Capítulo 38: Cuando estés lista, mi amor.

1.4K 92 9
                                    

Sus caricias continúan haciéndome estremecer ante su tacto, es la primera vez que experimento esto, pero al mismo tiempo siento que ya había sentido esta sensación alguna vez, porque la primera vez que lo vi a los ojos mi corazón latía desbocado, mi respiración aumentó a un ritmo incontrolable y algo se renovó en mi y es justamente lo que siento ahora mismo, porque él es de esas personas que te hacen sentir un millón de emociones sin ponerte un dedo encima. Retira bruscamente mi sostén y siento el rubor subir por mis mejillas.

- Mierda... -murmura y río ante eso.

Me mira dudoso elevando sus manos y yo asiento entendiendo lo que pretende. Me mira a los ojos para luego bajar la vista hacia mis pechos llevando sus leves y tiernas caricias hacia ellos. Jadeo con fuerza al sentir su dedo pulgar rozar con los bordes de ellos y el cierra los ojos ante mi acción. Beso su mandíbula bajando hasta su cuello para acabar en su hombro. Mis manos bajan vacía su pecho plagado en lunares mientras él hace el mismo recorrido con sus manos sobre mi, mis manos llegan hasta la goma de su bóxer y lo miro insegura a lo que él asiente levemente, mis dedos torpes se apoderan de los bordes y bajo su bóxer liberando su creciente erección. Leves suspiros se escapan de mis labios al sentir sus manos bajar hasta mi última prenda y hago una mueca de desaprobación al sentir que intenta bajarla.

- Tengo miedo... -confieso.

Él en respuesta jala de mis muslos haciendo que mis piernas se entrelacen a través de su cadera abrazándome por la cintura, mi barbilla reposando sobre su hombro izquierdo y lo oigo gruñir sobre mi oído.

- Sólo recuerda que yo estoy aquí, que me vuelves loco en todo sentido, y que eres lo más importante para mi. Jamás te haría daño. -susurra. Se estira un poco hasta dar con el condón que está a un lado, lo saca de su envoltorio y yo me limito a observar el transparente plástico del cual depende mi vida, en este momento mi futuro materno esta en manos de un putísimo plástico anticonceptivo. Lo coloca en su determinado lugar y me mira divertido.

- Aunque.... Sería lindo un bebé, cierto? -pregunta intentando quitárselo.

Lo miro horrorizada y él ríe por mi expresión.

- Es broma, preciosa -suelta- Aún somos unos niños.

Si, unos niños que están por... Bueno.

Vuelve a mi boca haciéndome olvidar el mundo y en ese entonces comprendo que nunca tendré suficiente del sabor de sus besos, de la seguridad de sus abrazos, de la calidez de sus caricias... Elevo mis caderas para que él pueda retirar la ultima prenda en mi, la toma de sus bordes y la jala hacia abajo liberando mi zona, la toma entre sus manos y la avienta a alguna parte de la habitación que en estos momentos lo que menos importa es eso. Me toma y siento algo duro chocar contra mi pierna izquierda y veo como se ruboriza a lo que comienzo a basarlo descomunalmente, y me toma por las caderas acomodándose en mi entrada.

- Cuando estés lista, mi amor. -masculla sobre mi boca.

- Hazlo... -cedo aún con él devorando mis labios.

De pronto, siento la punta de su miembro rozar contra mi haciéndome cerrar los ojos con fuerza. Vuelvo a entrelazar mis piernas en él y entonces lo siento entrar en mi con suma lentitud y delicadeza haciéndome soltar un gemido de dolor, mis músculos se contraen para recibirlo y lágrimas resbalan por mis mejillas cuando lo siento complemente dentro de mi, lo oigo gruñir, mis ojos se cierran y mi boca se abre ante la nueva sensación, lo miro a los ojos y se detiene al verme, e intenta salir.

- No, no, no... -suplico- Quedate así, por favor....

- ¿D-uele?... -pregunta entrecortado, saliendo a lo que yo hago una mueca.

- Sí.

Vuelve a entrar aún más lenta y cuidadosamente, duele, duele, duele... Mierda, con un leve movimiento de caderas hace que lo sienta aún más dentro de mi, muerdo su hombro por la sensación haciéndolo gemir levemente. Sale y vuelve a entrar esta vez con un poco más de intensidad haciendo que entierre mis uñas en su espalda para luego jadear. Más, necesito más.

- Más rápido Abraham, por favor.... -gimoteo.

Esto es penoso.

- ¿Segura? -pregunta entre jadeos.

- S-Sí... -siseo.

Entonces aumenta la velocidad de sus movimientos entrando y saliendo haciéndome gemir más de lo que tenía planeado, mis uñas vuelven a enterrarse en su espalda haciendo que suelte un gruñido, una sensación placentera comienza a invadir mi cuerpo arqueo mi espalda y él entierra sus dedos en la carne de mis caderas.

- Abraham... -jadeo a su oído.

- Eres una diosa... Te amo -logra articular, jadeante.

Sin previo aviso captura uno de mis pechos con su boca haciéndome gemir alto, su lengua caliente roza en la parte interna y abro mi boca para luego soltar un gemido agudo. Vuelve a mis labios basándome con desesperación dando una fuerte embestida contra mi, atrapa su labio interior entre sus dientes cerrando los ojos con fuerza.

- Jari, yo... Ne-Necesito... -su voz se entrecorta para dar una última envestida y salir de mi.

Segundos después me derrumbo sobre su pecho, caliente y sudoroso oyendo su corazón latir desbocado en su caja torácica, con la respiración agitada y a cabellos revueltos me abraza por la cintura envolviéndome entre sus brazos.

- Eso fue.... -susurra.

- Increíble. -mascullo.

- ¡Eres perfecta, Dios mío! Nunca creí que me volverías tan loco, lo juro. - ¿Estás bien? -acaricia mis mejillas- ¿Dolió mucho?

- Un poco mucho... -río.

- Lo siento... -hace una mueca, frustrado.

- Te amo..

- Te amo.

- Estoy exhausta.. -protesto. Soltando un suspiro.

- Y yo enamorado...

Lo oigo decir antes de caer en un sueño profundo.

Continuará...

¡Hola! Tengo que confesar que perdí mi inocencia en este capítulo xd, es la primera vez que escribo algo así así que.. No , también aprovecho para mandarle todo mi odio a Fiorella *la otra escritora* por dejarme escribiendo esto SOLA, TE ODIO, sabelo. ¡Okey! Quiero saber que les pareció porque no estuve dos días y medio escribiendo esto para nada ahre. Estoy escribiendo el comienzo de un maratón ¡MEREZCO SU AMOR!

Nos leemos pronto 💕

LOUDER | RMWhere stories live. Discover now