Capítulo 51: Ser algo para alguien.

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51.

-¡Abraham, hace una hora y diez que estás allí metido! ¡Ya se va, tío! -oigo gritar a Tony mientras azota la puerta del baño.

-¡Diles que esperen! ¡Ya salgo, por favor! -gritó Abraham desde la ducha.

-¡¡Adiós, Abraham!! -grite.

-¡¡No amor, espera!! -grita saliendo del baño a toda prisa.

Me volteo y lo veo venir hacía mi en toalla, caminé hacía la sala donde estaban todos. Les sonreí al verlos.

-Hola... -saludé tímida.

-¡Mi amor! -gritaron los padres de los chicos al verme.

Corrí a abrazarlos.

-¡Los he extrañado tanto! -susurré a sus oídos.

-Nosotros a ti, cielo -contestó mi tío.

Claramente no es tío de sangre, solo que yo los considero así.

-¿Cómo has estado, amor? -preguntó tía Dévora.

-Muy bien, por suerte.. -dije volteando a ver a Abraham, quién estaba sonriendo.

-¡Oh, Abraham pequeño! ¡Hola! -exclamó ella al verlo- Pero, ¿qué haces en toalla?

-Hola.. -dijo tímido- Eh, creí que ya se iban y no me quería ir sin saludarlos...

-¡Ay, claro que no! Se quedan a almorzar, ¿verdad Dévora? -preguntó Susana.

-¡Claro que sí! -respondió ella.

-¡Abraham, ve a ponerte algo, por favor! -lo regañó su padre.

-Si, lo siento... -dijo él sonrojado, saliendo de allí.

Mientras él se producía y conociéndolo estará una media hora eligiendo su atuendo y otros cuarenta minutos peleando con su cabello, tiene para rato. Así que fuimos todos la salón a charlar un rato.

-Y dime ma, ¿Cómo es Colombia? -preguntó Cris.

-Es increíble, muy bonito... La gente allí es muy amable y cariñosa. ¡Pero no vinimos aquí a hablar de viajes y trabajo! -exclamó- Cuentenme las noticias...

-¡Abraham y Jari están acaramelados! -gritó Samu.

Oh, no...

Okey, amo a mi madrina con mi vida pero es la persona más chismosa que he conocido jamás, todo quiere saberlo, to-do.

-¡Esssso! -exclamó ella- ¿Para cuando el casorio?

Me reí.

-No aún eso, no.

-¿Cuanto llevan juntos, ya? Unos... ¿Seis meses? ¿Más? -preguntó Cris.

-Seis meses, con tres semanas, dos días y con cuarenta y siente minutos -dijo Tony.

Abrí mis ojos y lo miré extrañada.

-¿Qué? -preguntó- Los shippeo demasiado, son muy lindos -dijo y reímos.

-Aunque yo creo que llevan juntos ya desde hace más pero no lo dicen -dijo Susana, entre cerrando sus ojos.

-Yo... -dijo Antonio dándole un trago a su bebida- Quiero confesar que ya lo veía venir. Aquel niño venía aquí con que Jari esto, que Jari lo otro, que Jari aquí, que Jari allá.. Era obvio que lo traía loco, ¡Por favor!

-¡Papá! ¡Quedamos en que no ibas a decir más eso! ¡Mi reputación, me haces quedar como un cursi! -se quejó Abraham, entrando a la sala.

-Pues si lo eres... -dijo Cris.

LOUDER | RMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora