Capítulo 114: Thanks, my handsome..

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114.


Hice zapping al televisor mientras notaba como el sol se filtraba por la ventana que estaba semi abierta, el pecho de la hermosa marmota que tenía a un lado subía y bajaba, tenía mi cabeza sobre su abdomen por lo cual podía oir su respiración. Encontré un maratón de Winnie Pooh en un matutino canal infantil, me quedé viendo mientras esperaba a que Boli despierte. Hablé con Juan a penas me desperté, en dos horas se va y me pidió si podía acompañarlo al aeropuerto, le dije que en cuanto Abraham despierte iríamos, estoy triste porque se va, voy a extrañarlo esta semana.

Sentí las manos de Abraham acariciar mi pelo cuando estaba muy concentrada mirando televisión.

— Hola. -dije tirando mi cabeza hacia atrás para poder verlo.

— Buenos días...

Me saludó con voz ronca y arrugué mi nariz cuando la besó.

— ¿Qué ves? Oh.. ¿tendrás caurenta años y seguirás viendo eso?

— Cada capítulo. -respondí.

Sujeté las sábanas que cubrían mis pechos y me acomodé sobre él, sonreí cuando se acurrucó en mi cuello. Aún tiene sueño. Acarié su pelo mientras sentía las cosquillas provocadas por el roce de sus pestañas en mi piel. Se separó por un momento y se quedó mirando mi cuello, lo miré y alzo sus ojos con preocupación.

— Tienes.. -dijo llevando un dedo a mi yugular.

— ¿Qué? -pregunté.

— Una mordida. -contestó.

Tomé mi celular debajo de la almohada y me fije en la cámara frontal, vi la pequeña maca de sus dientes en mi cuello. Lo miré alzando una ceja y se escondió bajo las sábanas.

— Oye, la vista es increíble aquí abajo. -lo oí comentar.

Me reí y me di la vuelta cuando noté de qué hablaba.

— No me des la espalda.. -dijo besando mi nuca.

— ¿Me das tu camiseta? -pregunté señalándola al fianal de la cama.

Se romevió entre las sábanas y halló mi ropa interior entre ella. Comenzó a agitarla en el aire.

— Deja eso.. -se la quité.

Soltó una carcajada y se estiró hasta tomar su camiseta, me la puse y sin querer al acomodarme removí las sábanas y lo destapé.

— ¿Me das mis calzoncillos? -preguntó.

— No sé dónde los dejaste..

— ¿Yo? Tú desesperada me los arrancaste casi con los dientes.

— ¡Mentira! Tú te los quitaste, en el baño.

— Yo no me los quité en el baño, fuiste tú, aquí. Créeme, no olvidaría lo que pasó en el baño. ¿Qué tienes con los hoteles, J? Te pones fogosa siempre que estamos en uno.

— Tú fuiste el calenturiento..

— ¿Yo? Bueno, sí..

— Juan quiere que lo acompañe al aeropuerto, ¿vamos?

— ¿Ahora? -preguntó fregando sus ojos.

— Sí, pero si no quieres voy y..

— No, sí, sí. Claro que sí, ¿podemos comer algo primero? Tengo hambre..

LOUDER | RMWhere stories live. Discover now