Treinta y Nueve

Mulai dari awal
                                    

Logro visualizar a duras penas una forma femenina en medio de la oscuridad. Es Ava y ahora me pregunto qué demonios está planeando. Aguardo pacientemente a que llegue más cerca de mí y ver qué es lo que hace. Ella parece no notarme, bueno, nadie lo haría con la poca visibilidad imperante. Con sigilo logra ponerse frente a mí y extiendo mi brazo para capturar su mano con la mía. Ansiaba tanto tocarla, sentir su piel contra la mía que esto es casi como ir al cielo.

―¿Qué mierda? ―exclama con una mezcla de furia y temor. Intenta arrancarse de mi agarre y lo impido poniendo algo más de fuerza.

―¿Asustada? ―pregunto en medio de una sonrisa. Oh, como me encanta que se ponga en plan mujer peligrosa.

―Blake, maldito hijo de puta, casi me matas de un susto. ―La ira emerge en ondas y poco a poco se calma―. ¿Qué no sabes lo estúpido que fuiste al asustarme así?

Le tiro contra mí, consiguiendo que nuestros pechos colisionen. Le abrazo, necesitando esta cercanía para completarme de nuevo. La suavidad de su cuero pone todos mis sentidos alerta y, cómo no, a mi deseosa polla, que palpita en mis pantalones. Jodidamente genial. Nuestras respiraciones se mezclan y a pesar de las tinieblas a nuestro alrededor lo único que logro ver es a ella, la mujer que más amo.

―¿Qué es lo que haces caminando a estas horas por la casona? ¿No sabes lo arriesgado que pudo haber sido? ―la reprendo, asustado de que pudiera lastimarse―. ¿Qué habría pasado si no hubiera sido yo quién te descubría? ―Lentamente comienza a temblar, dándose cuenta de su error.

―Pues terminaría mal, muy mal para mí ―contesta―. Así que es algo malditamente bueno que fueras tú quién me atrapara.

―No has respondido mi pregunta. ―Me niego a dejar que la cercanía que tenemos nuble mi mente. No porque la desee tanto que duele voy a poner su seguridad en riesgo. Estamos juntos contra Madre, lo quiera o no. Y vaya que no la quiero luchando en esta guerra.

―Odio estar aquí, temiendo por mi vida a cada puto segundo del día ―se queja―. Vivir con el miedo de que Madre llegue y me haga, no, nos haga daño por culpa de todo su pasado. Necesitaba de alguien que me recordara que todo estaba bien a pesar de estar encerrados por ella. Te necesitaba a ti ―confiesa―. Tú has sido el único que ha logrado calmarme en mis peores momentos, ¿acaso lo olvidaste ya?

―Jamás podría hacer eso ―susurro―. Por años mantuve esos recuerdos para mí, en esos instantes en que sentía que nada era igual. Ya te lo había dicho, te convertiste en mi luz, aquello que más necesitaba para seguir peleando y no rendirme. ―Acaricio con mis dedos su espalda, queriendo que se relaje un poco más―. Y, aunque no lo creas, el solo tenerte cerca me hacía creer en un mejor mañana, en uno en el que ambos pudiéramos tener una mejor vida, juntos.

Nos hago retroceder hasta mi cuarto despacio, queriendo saborear mejor este instante y guardarlo por siempre. Ava apoya su cabeza contra mi pecho, donde es más que obvio que puede oír la manera tan errática a la que pone a latir mi corazón. Dios, esta chica me vuelve tan malditamente loco que la tomaría aquí mismo, en un sitio de mierda. Pero ella no lo merece por más que ansíe sentirla contra mí.

Tropiezo contra el colchón de esponja y me dejo caer sobre él sin soltarla. El ruido que producimos me hace querer maldecir toda la antigua estructura, aunque la alegre risita de Ava me hace pensarlo dos veces. Diablos, cuánto había extrañado ese sonido. Pasó demasiado tiempo desde la última vez que lo oí y me odio por impedir que ocurriera de nuevo. Pero desde ahora me concentraré en que ella sea feliz conmigo a su lado.

―¿Qué? ¿Estás ansioso de tenerme en tu cama? ―ronronea en mi oído. Me estremezco ante el seductor escenario que se crea en mi mente. Solos ella y yo, iluminados por la luz de la luna dejándonos llevar por la pasión y el amor que nos tenemos―. ¿Ha pasado tanto desde que me hiciste gritar tu nombre?

El Rastro de Ti [C.O.R. #1]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang