Mándale una despedida a todos de mí parte.

—Lisa Silvers

Alex levantó la vista de la delicada carta y sintió como pequeñas gotas se empezaban a formar al borde de sus ojos azulados. Crujió la mandíbula y sin poder evitarlo sus manos empezaron a hacer la carta un puño.

"Maldita Inexperta"

Pensó a la vez que unas pocas lágrimas caían sobre la ya arruinada carta. Guardó lo que quedaba de ella en el bolsillo de su túnica y se levanto con una mirada decidida. Necesitaba hablar con Lisa Silvers, ella lo quisiera o no.

•••

•Lisa•

Lisa siguió afilando su espada mientras escuchaba el suave cantar de los extraños pájaros de la tierra de los elfos. Valï no le había permitido moverse mucho para que no se reabrieran sus heridas, por lo que lo único que podía hacer era dedicarse a mejorar su espada.

La descendiente no había visto a Alexander desde que finalizó la tercera prueba y aún temía verlo por la reacción que pudiera tener. En verdad había sido una estúpida por enojarse con él, pero eso ya no importaba. Ahora tenía peores problemas con los que lidiar. Aún no había hablado con la reina de los elfos para asegurar la alianza y también necesitaba reportar a la Academia que había cumplido con la misión.

"¡Yo me encargare de que sufras y de que todas las personas que amas mueran!"

Las palabras de Dauntan se dibujaron en su mente, desde que ella había llegado a la ciudad de los elfos casi había logrado olvidarlas, pero ahora que activó el espíritu dragón frente a todos...
Cerró los ojos tratando de apartar la idea de su mente y el hecho de que probablemente había puesto en peligro a todos en la ciudad.

Levantó la vista y convirtió su espada en collar al escuchar el horrible sonido de lo que parecía ser el grito de un pájaro. Puso más atención alterando sus sentidos para lograr escuchar con mayor alcance.

"Eso no es un pájaro. Suena como...
¡Es Ruby!"

Salió corriendo en dirección al sonido, en dirección a su kleindragel. Sabía que era Ruby y por la forma en la que se escuchaba, no parecía encontrarse bien. Con su corazón cada vez palpitando más rápido, Lisa activo la hiper-velocidad. Ignorando el dolor y las advertencias de Val, siguió corriendo.

—¡Ruby! Por favor... ¿Donde estás? —gritó cerca de las lágrimas. ¿Y si estaba herida? —¡Ruby! —volvió a exclamar hasta que se detuvo abruptamente ante el rastro de sangre,

"¡NO! Por favor... no..."

Siguió el rastro de gotas doradas y plumas rojas hasta Ruby. —¿Ruby? —preguntó una vez que vio el cuerpo del kleindragel colocado sobre un charco de sangre dorada. —¡Ruby! ¡No! Tienes que estar bien... —Lisa corrió frente al pájaro dragón que no parecía Mostar signos de vida.

—¡Alguien ayuda por favor! —empezó a gritar, pero nadie acudía en su auxilio. Las lágrimas caían como cascadas de su rostro y se apoyó sobre las frías y afiladas plumas de Ruby. La abrazó con fuerza aún esperando sentir su respiración y que volviera a estar con ella, pero Ruby no se movía. —Alguien... —murmuró una vez más con la voz entrecortada. Ruby siempre había estado ahí para ella, desde que llegó a la Academia. Perderla era perder al único ser vivo que jamás iba a defraudarla.

Intentando calmar su respiración para analizar mejor la situación y averiguar que había sucedido, descubrió que había una carta al lado de la cabeza del hermoso pájaro-dragón. Con la furia empezando a formarse dentro de sí sacó la carta de inmediato y empezó a leerla.

Para una descendiente ingenua:
Veo que por fin has decidido salir a la luz , no te imaginas cuánto llevo buscándote Lisa.
Supongo que creíste que éste acto de rebeldía no te costaría nada, pero creo que ya estás empezando a ver su precio.
Esta era solo una pequeña advertencia de que te estoy vigilando, pero no te preocupes aún hace falta mucho para la guerra. Cuida a tus amigos de la Academia y espero que pronto podamos conocernos en persona.

-D

Crujió los dientes y formó sus manos en puños, llegando a la revelación de que todo fue culpa de Dauntan.
Más lagrimas de las que creía tener cayeron de sus ojos, pero esa iba a ser la última vez que se lamentaba, ya no sería débil, Dauntan mató a Ruby y atacó a la Academia.
Lisa no estaba dispuesta a dejarlo ganar.

—Me voy a vengar, Dauntan. —juró para si misma, imaginándose las diferentes formas en las que podría matar al descendiente.
Si necesitaba volverse una asesina para ganar, lo haría.

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N/A

Chicos Para ser una gran cantidad de lectores siento que deberían tener un nombre oficial, mi gran amiga Umbrella182016  me dio esta idea.

Ella llama a sus lectores fantasmitas, yo siento que ustedes deberían tener un nombre igual. ¿Qué les parece?
•dragones
•dragoncitos
•escamas
•platinos
•plateados
•cualquier otra sugerencia que ustedes hagan.
¡Voten por qué que más les guste!
Les juro que intentaré subir un CAP en los próximos días ❤️

El Secreto de los DragonesWhere stories live. Discover now