Capítulo 30: Camino a la ciudad de hechiceros

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Esas manos tan suaves que siento acariciar mi cabello, su dulce voz en una hermosa melodía, me llena de una paz increible. Le sonrío a la hermosa chica de cabello color chocolate, ojos verdes esperanza, tez morena y unos labios algo gruesos pero rosados. La chica me miraba con una compasión y sentía su amor brotar hacia mi.

-¿Te sientes mejor?-pregunta y yo no se a que se refiere con el sentirme mejor.
Entonces sonríe y besa mi frente.

-¿Quién eres?-pregunto y ella me sonrie.

-Soy un ángel. Y mi deber es llenarte de paz cuando tu demonio interior sale, ya es hora de despertar. Alguien te espera.-susurra y yo la veo confundida.

-Espera...¿Cuál es tu nombre?

Veo como la chica se va alejando y escucho como si de un susurro en mi oído fuera.-Elis.


Abro los ojos lentamente mientras trato de adactarme a la luz, me incorporo de a poco y me encuentro en una habitación desconocida con un suero y algo parecido a la sangre. Me incorporo  como puedo y escucho que habrén la puerta, veo a Beatriz allí y esta me sonríe.

-Despertaste.-dice mientras se acerca y se sienta a mi lado.-No sabes lo preocupado que a estado tu novio. No deja de dar vueltas y decir que hay que buscar ayuda de la "Serpiente".

La veo algo rara.

-Azael y sus pendejadas.-susurro y pongo una mano en mi cabeza que empieza a dolerme. Suspiro cansada y miro a mi alrededor.-¿Dónde está?

-Está en la sala, dando vueltas y poniendo a todos nervioso.-responde entre una pequeña risa. Sonrío y toco mi brazo.

-¿Qué sucedió?-pregunto ya que no recuerdo nada de lo que pasó. Ella tomó mi mano y suspiró.

-Es mejor que Azael te lo explique, es algo complicado.-responde y yo asiento un tanto no convencida.-Iré a buscarlo.

-De acuerdo.-susurro y veo como desaparece por la puerta. Me siento bien en la cama y trato de arreglar un poco mi cabello que debe de estar hecho un asco, segundos después veo a Azael entrar. Le sonrío y él se acerca y besa mis labios, luego me abraza.

-Uuuf, como te extrañaba.-susurra en mi oído haciendo un poco de cosquillas.-Luz, estuviste inconsistente por dos horas. Para mi fueron como dos mil años.

-Tampoco exageres.-digo y tomo su mano.-¿Qué sucedió?

Lo veo que suspira y se recuesta en mis piernas, acaricio su hermoso cabello negro.-Cass, esto es difícil para mi. No quiero contarte ahora, sé que será aún más difícil para ti...pero es algo complicado.

Solté un bufido.

-Debes decirme, ya no quiero mentiras en mi vida.-siento como se tensa y aprieta mi mano. Él se sienta y me observa con esos ojos tan hermosos que tiene, acerca su mano a mi mejilla y la acaricia.

-Sabes que tu madre, es mitad demonio y hechicera.-asiento.-Parece que has heredado una parte demoníaca, te lánzate hacia esa chica y casi la matas. Y eso que sólo fue por una estupidez, cuando claramente te dije que la ignores.

Lo veo horrorizada, ¿parte demoníaca? Azael me ve y sin expresión alguna me pongo de pie y quito las cosas que tengo en el brazo, él trata de detenerme pero no lo permito. Debo terminar de entrenar, para poder ir a la ciudad se hechiceros y encontrar respuestas, también porque debemos invocar a la muerte y que nos ayude con Brataal. Camino hacia la salida y Azael me toma del brazo.

-¿A dónde vas?-pregunta y yo me suelto de su agarre.

-A terminar el entrenamiento de hoy.-digo y él me ve como si estuviera  loca.-Azael, queda poco tiempo para el ritual y necesitamos terminar con esto. Créeme no quiero que ese hombre me haga madre a tan temprana edad y tampoco quiero que la humanidad desaparezca.

-Tienes razón, pero deberías descansar por hoy y...

-No, estoy bien.-digo un poco más dura de lo normal, él toma mí mano y la besa. Sonrío.

-Bien, mi luz.-susurra y eso hace que sonría aún más.

-Vamos.-digo y abro la puerta. Azael me guía  hasta la sala y veo a varias personas desconocidas conversando con Beatriz, observó a Liv que al darse cuenta de nuestra presencia deja un libro que leía y se pone de pie.

-Ya despertó.-anuncia a Beatriz y a los desconocidos.

-Cassandra, ellos son parte de la logia de las adas. Quieren darnos su apoyo,  también quieren ayudarte con lo que pasó. -dice y yo frunzo el ceño mirando a los señores que parecen normales.

-Gracias, necesitamos a toda la gente posible.-dije y ellos asienten con una sonrisa de boca cerrada.-Quiero seguir entrenando.

-Creo que deberías descansar por hoy.-comenta Beatriz y yo niego.

-No, estoy bien. Ya casi es el día y debo estar preparada.-digo y ella sonríe.

Seis días después

Hoy es el gran día, donde debemos ir a la ciudad de los hechiceros. No he hablado con papá ni con mamá sobre que se quien es ella o sobre mi ataque demoníaco en la ciudad de los cazadores. Solo trato de llevar una vida casi normal. Pase todos estos días entrenando, fue algo difícil aunque sólo fue parte de lo básico. Como sea, aquí estoy tratando de verme presentable. Magnus me entregó el libro de la muerte y ya lo tengo en mi mochila color negro con lindos gatitos en ella, me Trenzo el cabello y termino de ponerme un poco de labial. Luego salgo de mi cuarto y me encuentro a todos allí, Casstiel, Ramuel, Turel, Azael y mi padre. Salimos de casa sin decir una palabra y fuimos a pie por el bosque hasta el panteón, vi la tumba vacía de mi hermano y contuve las ganas de llorar, al menos tengo la esperanza de que esté vivo. Veo a los cazadores y nos acercamos.

-Muy bien, es hora de irnos.-dice Beatriz y lanza un líquido extraño al suelo.-Escuchen atentamente porque solo lo dire una vez. Uno por uno, saltarán sobre ese charco y este automáticamente los llevará a la ciudad de hechiceros, pero...si piensan en otra cosa más que su objetivo irán a ese. Solo piensen en ir a la ciudad de hechiceros y ya.

-Entendido.-dijimos todos y entonces ella salta y desaparece de nuestras vistas. Luego los demás, solo quedaba mi grupo y fueron saltando. Azael tomó mi mano y luego saltó, como sólo quedaba yo pensé en la ciudad de hechiceros.
Salte con los ojos cerrados. Sentí como aire chocaba con mi rostros, abrí los ojos lentamente y grite al ver que caía.

Pronto llegaría al final.

Tres.

Dos.

Uno.

Azael (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora