Capítulo 25: Iremos a la ciudad de hechiceros

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Sus labios se mueven sobre los mios con firmesa, es un beso rápido pero con pasión. Uno de esos que te llevan al cielo, creo que estoy en el cielo de Azael. Un cielo donde el me controla con solo tocarme y hace lo que quiera conmigo. Nos separamos y él muerde mi labio, luego me levanta y continua con el beso. Entonces doy en cuenta que no debería estar besándolo, no después de lo que me dijo. Además de que debería saber sobre la información de los Brataal. Me separo de él y abrimos los ojos al unísono.

-Para.-Susurro y él trata de besarme otra vez pero no lo permito.-Azael, debemos hablar. Necesito saber que sobre esa carta.

El bufa y me suelta.

-Bien. Como sea.-dice y yo me acerco a su escritorio y luego lo veo.

-¿Puedo ver?-pregunto y él asiente.

Me acerco al cuaderno y observo el dibujo que hay. Abro algo los ojos y labios de más, el dibujo es impresionante. Soy yo, con un vestido color negro, mis ojos son completamente negros y mis labios están con una sonrisa algo malévola. Mi pelo se ve algo desarreglado y como maquillaje corrido, lo que más llama mi atención son mis manos con un tipo de cuchillo decorado con piedras preciosas, y manchadas de sangre. Miro a Azael y él muerde si labio. Paso pagina y hay otra pero esta hace que me ponga roja de vergüenza, soy yo y estoy...boca arriba con solo una fina tela que cubre mi entrepierna y mi brazo los pechos. Me volteo otra vez hacia Azael y este sonríe.

-Te quiero así, ahora.-dice como si nada y yo suspiro tratando de hacer pasar todo y hablo.

-Hablemos sobre la carta.

-Bueno. Pues, nos llego una carta. Con tinta hecha de sangre de humano, lo cual tenia de firma una B.-dice y yo muerdo mi labio.

-¿La puedo ver?-pregunto y él se cruza de brazos.

-La tiene Ramuel. Cree que deberíamos hablar con tu padre.-dice y luego mira al suelo.-Es raro que los cazadores no se han involucrado.

Eso hace que me ponga tensa y nerviosa de una vez. Me cruzo también de brazos y miro al suelo.

-¿Cazadores?-Pregunto algo nerviosa.

-Si, son los que controlan varias ciudades subterráneas u otras. Como la ciudad de hechiceros, de ángeles caidos, etc.-dice y arquea una ceja. Esto me impresiona.

-¿Existen los duendes?-pregunto y él se encoje de hombros.

-Puede ser.-dice y yo me hacerco a la puerta.

-Bueno, gracias por la información. Ah y deberías salir y hablar con los chicos, están preocupados por ti y de paso organiza este desastre.-digo y él se pone frente a mi.

-No quiero hablar con nadie. Solo quiero que te quedes conmigo.-dice y siento los ojos llorosos.

-Bueno, pues yo creía que era una imbécil que se besaba con él primero que le coquetea.-dije y él baja la mirada.-Sabes, esas palabras me dolieron ya que si tienes razón.

Él me mira confundido.

-Soy una imbécil por besarme contigo, aún tu forma de coquetear era estúpida y dolorosa.-digo y él me mira sonriendo. Pero cuando ve que estoy a punto de llorar borra la sonrisa de su rostro y yo cierro los ojos y trato de calmarme.

-Luz lo siento.-murmura. Y yo lo veo a los ojos y sonrió falsamente.

-Yo también.-digo secamente.-Ahora permiso, debo hablar con Ramuel.

Él frunce el ceño y luego abre la puerta.-Adelante. Te acompaño.

Salimos del cuarto y fuimos directamente a la cocina donde sabia que encontraríamos a Ramuel. Lo vi frente a la estufa y olía muy bien lo que cocinaba.

-Hey.-dice Azael y él se da vuelta.

-oh, chicos.-dice y apaga la hornilla.

-Ramuel, necesito ver la carta que enviaron los de la secta Brataal.-dije y él asintió.-También creo que deberíamos hablar con mi padre ha cerca de esto.

Caminamos por un pasillo hasta llegar a una puerta de color chocolate.

-Si, también pienso lo mismo.-contesta Ramuel.

Abre la puerta y veo una biblioteca enorme con muchos estantes llenos de libros, un escritorio y varios muebles blancos. Ramuel de acerca al escritorio y abre una gaveta, saca una hoja de color amarillento y me la entrega.

-Turel sugirió contactar a los cazadores.-dice Ramuel y yo bajo la mirada.

-Azael, me explicó que son los cazadores.-dije y él asintió.

-Bueno, creo que con su ayuda podríamos salir de esto.-dice y yo abro la hoja.

Falta muy poco para él gran día, Brataal está muy ansioso por conocer a su heredero y más a su prometida. Esa niña tiene algo en la sangre que nos vuelve cada día más poderosos.

Suspiro cansada y guardo la hoja bajo la atenta mirada de los chicos. Me siento en uno de los muebles y trato de no llorar.  Entonces pienso en algo. Una vez los chicos me raptaron para preguntarme sobre el libro de la ¿muerte? O algo así, si encontramos ese libro  y escribimos el nombre de Brataal en él, tal vez muera y podamos salir de esta. Otra cosa que pienso es...me han secuestrado tantas veces en este año que el tiempo que duró Collen Stan secuestrada, ok no.

-Chicos, tengo una idea.-digo y me pongo de pie.-¿Y si encontramos el libro del que me hablaban y matamos a Brataal?

-Puede que funcione, pero Brataal es un ángel caído, es inmortal. Pero si podríamos encadenarlo al infierno.-dice Ramuel.

-¿Y si tenemos un acuerdo con la muerte?-pregunta Azael y yo abro la boca sorprendida.

-Gran idea. Pero debemos buscar el libro, y también ir a la ciudad de hechiceros. Allí nos ayudaran a invocar a la muerte.-dice Ramuel. Entonces lo veo algo emocionada.

-¿Iremos a la ciudad de hechiceros?-pregunto emocionada.

-Si, pero no te emociones. No es como en Harry Potter, parecido pero no.-termina Azael.

-Debo ir a casa. Contarle a papá y ver si tiene o sabe donde se encuentra el libro.-digo y abro la puerta.

-Te acompaño.-dice Azael y yo lo veo mal.

-No gracias, tomaré un taxi.-digo y me despido de Ramuel, pero Azael insiste tanto en llevarme que término accediendo.  Pero aún tengo la emoción de ir a la ciudad de hechiceros.

¡Siiiii!

Azael (Terminado)Место, где живут истории. Откройте их для себя