CAPITULO 26. DE VUELTA

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Pasó una semana y llegó el día en que Carlos se iba con sus primas. Le acompañé a la estación.

-Bueno, hasta dentro de una semana-dijo cogiendo sus maletas.

-Jo, ¿de verdad te tienes que ir?

-Sí… me quedaría pero ya sabes…

Me despedí de él y se fue en tren. Esa semana, lo eché mucho de menos, me sentía vacía y todo el tiempo lo pasaba con Re y Dylan en casa o me llevaban a algún sitio. Hacía Skype con Carlos y hablaba con él por el Whattsapp pero no era lo mismo. Mamá y papá seguían a su rollo sin preocuparse ni de mí ni de mi hermana. Hablé con Alex y me dijo que estaba en Londres, que todo era como cuando fuimos y que todo le recordaba a mí por lo que pasó. Los días pasaron muy lentos, como si un minuto fuera una eternidad. Me entretenía mirando la tele o con el móvil, pero igualmente me sentía muy sola. Por fin llegó el día, me iba de vuelta a Madrid. Me levanté feliz por escapar de allí. Había pasado de ser mi hogar a ser una pesadilla. Dejé la última caja con mis cosas en el camión de mudanza y vi a Marc y Clara al fondo de la calle.

-Un momento-dije a mis padres- voy a despedirme.

Me dirigí hacia allí y por fin llegué donde estaban, Marc me miró con cara de asco y Clara preguntándose qué hacía allí.

-He venido a deciros que nada de este verano ha salido como esperaba y que no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Excepto de ese asqueroso beso. Os merecéis lo que tenéis. Clara, tú te mereces a Marc. Siempre pensé que eras una buena amiga pero que ciega he estado, sólo me tenías envidia. Te darás cuenta de que Marc no es cómo crees que es y te romperá el corazón. Y tú, Marc, esperaba algo más de ti. Al menos una amistad. Y bueno, en resumen era eso.

Me disponía a irme pero…

-Marta-dijo Clara- te ha quedado muy bien la palabrería, pero la próxima vez que nos veamos, será diferente.

-Créeme que haré todo lo posible para no verte.

Me fui de allí con la sensación de que había ganado y me subí al coche dando permiso a mi padre para arrancar.

-¿Cómo os ha ido el verano?-preguntó mi madre.

-¿Qué cómo nos ha ido? Hemos estado en la misma casa, ¿no? Ah, claro, vosotros sois así.

-¿De qué hablas?-dijo mi padre.

-No os habéis preocupado por nada de lo que hacíamos o de nuestra vida. Siempre habéis estado ausentes para nosotras y sólo nos hemos tenido la una a la otra. Esa ha sido nuestra vida. Habéis asistido a tres cumpleaños míos. Tres de dieciséis, tiene que ser un récord. Así que no preguntes qué cómo nos ha ido el verano porque perfectamente podríais haberlo vivido con nosotras-argumenté.

Mis padres enmudecieron y no dijeron nada porque sabían que yo tenía razón. Por fin llegamos a Madrid y subí a casa con mis cajas. Las dejé en el cuarto. Llamé a Carlos.

-¿Ya estás en Madrid?-preguntó feliz.

-Sí, ¿pasas a por mí y damos una vuelta?

-Claro, estoy en una tienda comprando unas cosas, ahora te veo, te quiero peque.

-Te quiero.

Colgué y bajé abajo a esperar a Carlos y al cabo de unos minutos lo vi aparecer por el final de la calle en su moto. Pero entonces, en un semáforo, un coche no se paró cuando debía y creyó que le daba tiempo a pasar. Carlos cruzó al mismo tiempo que el coche y éste que iba a mucha velocidad, impactó con la moto y Carlos saltó de ella parando inmóvil en una de las aceras unos metros más adelante. Me puse las manos en la boca para no gritar y me quedé en shock unos minutos. Luego reaccioné y empecé a correr hacia donde estaba él y un montón de gente que había llegado unos instantes después del accidente.

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NOTA DE LA AUTORA: Buenoooo aquí está el especial 1000. Gracias a todos y espero que os guste y votéis y comentéis… <3<3

Mudanza a MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora