Mudanza a Madrid

CAPITULO 14. PARTY TIME.

Sábado. Las chicas, Re y todos mis amigos y gente del instituto, me organizaron una fiesta sorpresa para celebrar mis 16. Después de abrir todos los regalos y soplar las velas, me llevaron a no sé cual pub y estuve bailando con Alex y mis amigas. La noche se resumía en normalilla, cuando de repente entró él en la sala de la mano de una chica. Su novia debía suponer. Se sentaron en unas mesas y después de pedir algo, estuvieron riendo y hablando todo el rato.

-Marta, Marta.-gritó Alex una vez más a través de la multitud.

-¿Qué?

-¿Qué te pasa?

-Nada nada…

Se pasó la noche y yo no podía parar de mirarles. Alex me hacía feliz, muy feliz. Pero la verdad era que no soportaba ver a Carlos con otra chica, me entraban tantos celos y yo me sentía tan invisible para él que era la peor sensación que podía tener por encima de cualquier ruptura. Pasaron las horas. Serían las 3 de la mañana y yo ya me empezaba a cansar de la gente, del ambiente y de todo lo que me rodeaba. Carlos ya hacía media hora que se había ido y no tenía ni idea de dónde estaba él. Finalmente opté por irme rechazando varias veces la oferta de Alex de acompañarme.

Iba hacia casa cuando alguien me tapó los ojos por detrás. Toqué las manos que me tapaban los ojos. Las manos que pocas veces había tenido el placer de tocar y de tener entre las mías. Unas manos grandes y suaves…

-Carlos-dije emocionada.

-¿Qué? Tía, tu flipas. Soy yo. Andrea.

Me giré y efectivamente era ella.

-Te dejaste el bolso. Toma, oye… ¿Estás bien?

-Sí, solo un poco cansada. Gracias Andrea. Hasta el lunes.

-Vale, adiós. Cuídate…

Volvió al pub. ¿En que estaba pensando? No me hablaría nunca más. Ni siquiera el día de mí cumple. Abrí el portal de casa y alguien me volvió a tapar los ojos.

-¿Qué me he dejado ahora Andrea…? ¿Andrea?

-Felicidades princesa…-me dio un beso en la mejilla.

Todas mis preocupaciones desaparecieron. Ahora sí que era él.