CAPITULO 18. TODO DEBE ESTAR BIEN

460 25 1
                                    

El ruidoso despertador que anunciaba que era lunes sonó a la hora exacta sobresaltándome. Hoy era el día. Hoy rompería con Alex. No sabía si estaba haciendo lo correcto pero era lo que  mi corazón indicaba. Me levanté y me di una rápida ducha de 15 minutos vistiéndome con ropa sencilla: unos jeans, una camiseta de tirantes blanca y unas Converse. Salí a desayunar y mi hermana me había dejado churros de chocolate antes de irse. Me los comí acompañados de un tazón de leche y cogí mis cosas saliendo por la puerta justo cuando oí la de mi vecino de abajo cerrarse y esbocé una sonrisa. Bajé corriendo las escaleras y antes de que se cerraran las puertas pude entrar.

-Madame-saludó él muy serio.

-Caballero-respondí yo con la misma seriedad pero no podía aguantar ni un minuto más-puajajajaja.

-No puedes estar seria ni tres minutos- dijo él sonriendo.

-Más me vale estar seria hoy, voy a romper con Alex.

-¿Enserio?-dijo feliz-quiero decir… ¿Enserio?-dijo sin cambiar el tono- ¿Y por qué?

-Puede que me guste un chico…

-Puede que a ese chico le gustes…-dijo pillando la indirecta.

-No creo. No lo demuestra.

Entonces va y me besa. El mejor beso de mi vida. Las puertas del ascensor se abren dejando paso a un pasillo vacío salvo por una persona que parecía desconcertada y vacía. Un chico rubio que siempre había llevado una sonrisa tatuada en la cara y ahora estaba roto. Yo lo había roto. Me separé rápidamente pero Alex ya no estaba. Salí detrás de él y lo alcancé en una calle bastante solitaria sentado en el suelo.

-Yo…

-¿Era de eso de lo que me ibas a hablar?¿De cómo me habías engañado con ese… ese… -no acabó la frase y se puso a llorar- mírame…

-No… para…

-¡Mírame! ¿Era esto lo que querías? ¿Destruirme?

-No… yo…-paré porque no tenía excusa.

-Supongo que querías cortar hoy conmigo. Tranquila, ahórrate las palabras.

-…

-Tu silencio vale más que un diccionario.

Sí, un diccionario, no le juzguéis, era su forma de expresarse. Dicho esto se fue dejándome en la calle sola y medio llorando.

Día de notas. Esos meses se me habían pasado muy rápido, había arreglado las cosas con Alex aunque habíamos tenido algunos problemas pero ahora manteníamos una hermosa amistad, se lo contaba todo y él a mí. Era como mi mejor amigo. Al final acabé con Carlos y ya llevábamos dos meses y medio. Mis amigas seguían igual aunque un poco más independientes ya que Esther había acabado con un chico llamado Julio y María pues con otro chico muy amigo de Julio, Raúl. Andrea seguía sola aunque iban unos cuantos detrás de ella.

-Marta.-dijo la profesora con la hoja de las notas en la mano-todo aprobado.

Recogí las notas orgullosa de ellas: sobresalientes y notables eran la mayoría.

Salí y allí estaba Carlos en su reciente moto. Me tiré a sus brazos y le abracé.

-Algún día te harás daño con esta cosa…

-Jajaja, ¿nos vamos?

-¡Claro!

Mudanza a MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora