CAPITULO 19. REGRESO

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Me llevó a su casa y estuvimos hablando un rato.

-Oye… dentro de cuatro días, me tengo que ir.

-¿Dónde?

-A mi antigua ciudad.

-¿Cuánto tiempo?

-No se…unas semanas, puede que hasta finales de verano porque tengo allí a toda mi familia.

-Vale-dijo secamente y me dio la espalda.

-¡Eeeeh! ¿Y ahora te enfadas?

-No.

En realidad sabía que no estaba enfadado.

-Supongo que tendré que decirle a Alex que se venga ya que tú no quieres.

-No he dicho eso…

-Sabía que no estabas enfadado, pero enserio, coge el tren la segunda semana de agosto y vente a pasar un tiempo.

-Ya lo hablaré con mi madre-dijo sonriendo.

Esos últimos días los aprovechamos al máximo y acordamos irnos sin despedirnos porque sería demasiado doloroso… Llegó el día en que me iba y cargué mis cosas al coche de papá. Salimos de Madrid para dirigirnos a mi antigua ciudad. Era una de las pocas ocasiones que estábamos juntos así que como no hablábamos mucho normalmente, en el coche menos. El trayecto se pasó bastante largo porque el móvil se me había quedado sin batería rápidamente. Por fin llegamos al cabo de unas horas al cartel gigante que anunciaba el nombre del pueblo. A los antiguos recuerdos: mi infancia y parte de mi adolescencia. A las viejas calles que en un tiempo yo me había conocido de memoria. Y por último a mi casa, una casa no muy vieja pero tampoco muy nueva, con la fachada anaranjada y el tejado marrón. Justo como la recordaba. Cogí la llave y encendí las luces justo cuando una gran multitud de personas salió gritando ‘’ ¡Sorpresaaaaa! ‘’. Estaban todos allí: mi familia, mis primos, mis amigas de la escuela, mis amigas del instituto, Sam, Yolanda y Clara y por último… ¿Marc? Aquel chico de mi pueblo por el que había sufrido tanto.

-¿Qué haces aquí?

-Bienvenida de nuevo-dijo sonriendo.

Mudanza a MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora