CAPITULO 20. MARC

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Saludaba a la gente evitando a toda costa a Marc. No me gustaban las situaciones incómodas. Y mucho menos con alguien como Marc. Pero al final llegó lo inevitable.

-¡Hey!-dijo él acercándose.

-¡Hola! ¿Cómo estás?

-Pues estoy bien, con mi NOVIA.

Hubo un silencio incómodo, como si él esperara a…

-¿Esperas que me muestre molesta?

-Eso no es todo. Estoy saliendo con Clara, tu mejor amiga.

-Mira, agradezco que te molestes en decírmelo pero la verdad es que me da igual. He rehecho mi vida en Madrid: tengo novio y nuevas y mejores amigas aunque sigo manteniendo una muy buena relación con Clara, Sam y Yolanda. Ya no me gustas y si pretendes que vuelva hasta ti, no lo conseguirás créeme. Y si tienes algo que objetar, mi novio estará aquí dentro de unas semanas, hablas con él.

-Pues que sea por las malas.

Y dicho esto se fue. No le di mucha importancia y me centré en la fiesta que se me pasó muy corta. La gente se iba yendo y finalmente nos quedamos solos. Acabamos de limpiar y me hice unos fideos chinos al microondas.

-¿No cenas con nosotros?-preguntó Re.

-No… he quedado en hacer un Skype con Carlos, cenaré arriba.

Subí las escaleras hasta la buhardilla donde estaba mi antigua habitación. Mis maletas y bolsas se apilaban en montones para ser desempacadas y una vieja cama al fondo con unas sábanas gastadas llenaba el espacio de una esquina. Un pequeño armario de roble, una mesa, una silla de ruedas y un baúl lleno de antiguos libros. Saqué el laptop de una bolsa y me senté en la cama poniendo el ordenador enfrente. Encendí el Skype e hice una videollamada a Carlos, mientras esperaba empecé a comerme los fideos casi tibios.

- ¡Hola pequeñaja! ¿Qué tal todo por ahí?-dijo él feliz de verme.

-Puf… No muy bien, me han hecho una fiesta sorpresa…

-¿Qué hay de malo en eso?

-Estaba el chico que me gustó cuando vivía aquí y me ha hecho sentir… incómoda. Le he dicho que estoy feliz contigo pero parece que va a insistir.

-Sabes que puedo estar ahí en unas horas cogiendo el tren, ¿no?

-Sí, lo sé. De momento no hace falta… Te echo de menos.

-Y yo más, pero solo ha pasado un día.

-Pues imagínate mañana.

-Tienes cara de cansada, mejor que te deje dormir y mañana hablamos.

Acabé los fideos y los dejé encima de la mesa.

-Sí, mejor.

-Bueno, buenas noches.

-Vale, te quiero-dije sonriendo.

-Te quiero.

Y colgué dejándome caer sobre la cama. Me puse mi pijama de nubes azul y me dormí al cabo de unos minutos.

Mudanza a MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora