Mudanza a Madrid

CAPITULO 7. QUEDADA

Pasaron los días hasta que llego el lunes. La gente se amontonaba en la puerta del insti para entrar como siempre y en cada paso que daba me asfixiaba más. Solo quería entrar en clase de Historia, nada más. Me senté y alguien se sentó a mi lado.

-¿Lo pasaste bien?-dijo Alex.

-Sí, gracias por invitarme.

-Gracias a ti por ir... Oye...¿ Te apetecería quedar mañana?

-No hay problema-sonriendo.

Llegué a casa comí y baje al piso de Carlos. Después de saludar a su madre entré en su cuarto donde como no, estaba tocando la guitarra.

-Hola, ¡que sorpresa!

-Tengo cosas que contarte.

-Adelante, habla- dijo él sonriendo y prestando más atención.

A medida que le contaba cada cosa de Alex su sonrisa desaparecía.

-No puedes quedar con él-dijo convencido.

-¿Porque no?-repliqué.

-No te va a traer ningún bien. No puedes ir.

Espera. ¿Qué? ¿Me estaba prohibiendo a mi ir con Alex? Pues no lo iba a consentir.

-Mira yo solo he venido para que me des consejo. Es mi vida y no vas a impedir que haga nada. No me hables mas.

Y dicho esto me fui a mi casa esperando ansiosamente que llegara mañana.

El día en la siguiente en la escuela mereció la pena porque Alex me dio su numero y quedamos que pasaría a por mi a las seis. Yo estaba un poco nerviosa y mi hermana notó cuando mirábamos la tele lo que me pasaba.

-¿Quién es el chico?-dijo tranquilamente.

-¿Qué?¿De qué hablas?

-Dejame analizarte, nerviosa, mirando el movil cada dos por tres. Si. Tienes una cita con un chico probablemente a las seis.

-¿Cómo lo sabes?

-He pasado por esto. Ven

Me arrastró acia el baño me hizo el pelo, me maquilló y me eligió la ropa: unos pantalones pitillos negros, una blusa de tirantes azul y unas converse azules. Estaría allí enseguida. Mis piernas eran gelatina. Llamaron a la puerta oh dios. Oh dios. Abrí y ahí estaba. Camiseta de manga corta con cuello d pico, unos pantalones vaqueros negros, unas deportivas y una cazadora negra. Me derretía por dentro.

-Estas estupenda. ¿Nos vamos?

-Emm...si