CAPITULO 9. DIVIDIDA

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Desayunamos y me despedí de él y su madre. Subí a mi piso y me prepare la mochila. Martes... Todavía. Me vestí y me arregle y me fui al instituto, donde m reuní con Esther, Maria y Andrea. Entramos a Física y química.

-Las moléculas,...-repetía el maestro un y otra vez cansinamente.

Yo solo pensaba en Alex y Carlos.

-Marta, escucha!-me dijo Esther.

Había entrado un profesor y estaba explicando algo.

-Sabemos que es muy pronto pero ma tarde no se puede hacer. El departamento de Inglés quiere organizar un viaje a Londres con motivo de.....-decía el maestro.

Yo dejé de escuchar cuando dijo la palabras clave: intercambio, Londres. Después dijo cuando llevar el dinero y a quien darselo y nos repartió autorizaciones.

Admiraba la autorización en mi taquilla cuando pasó alguien y me la cogió.

-Alex, ¡dame el papel!

-¡Cogeme si puedes!

Aquello se convirtió en una persecucion hasta que saltó la valla que separab el instituto y la calle y yo me paré en seco.

-¿Qué pasa? ¿Tienes miedo a perderte unas quantas clases?

-No, pero...

-Si no vienes no te dare la autorización-coje el papel y me lo enseña.

-¡Te vas a enterar!-salto la valla.

Aquello se había convertido en una persecución que me llevo hasta un parque solitario. Me paré cansada y me senté en un banco. Alguien me tapó los ojos.

-¿Quién soy chica suicida?

-Alex, la autorización.

-¿Qué te ha convencido?¿Mi sexy voz o mis suaves manos?

-El hecho de que me llamaras chica suicida.

Me quita las manos y se sienta conmigo en el banco.

-Dame el papel.

-Quitamelo.

Sonrio y intento quitarselo.

-Si te mueves no puedo.

-De eso se trata.

Se lo consigo quitar y salto de alegría.

-¿No vas a ir?-le digo seria.

-Nolose... No me sobra el dinero, ¿sabes? Jajaja

-Yo quiero que vayas.

-¿Para qué?

-Para pasarlo bien contigo...

Me coge de la barbilla y muero.

-Se intentará pequeña.

-Será mejor que vayamos a clase-sonrío y le cojo las manos.

-Mierda la policia. Si nos ven nos denunciarán por no estar en el instituto.

Me coge la mano y me lleva a un callejón. Me apoyo en la pared y él delante.

-No estaba la policía, ¿verdad?

-La verdad es que no-sonrie.

-Lo sabía.

Se acerca y nos quedamos a milímetros. Me empiezan a temblar las piernas y él sonríe y se separa.

-Vamos a clase-dijo sin dejar de sonreír.

Llegué a casa mas pronto de lo habitual y fui al piso de Carlos. Me abrió su madre y entré a su cuarto.

-¿A que no sabes que...? Carlos, ¿ESTAS FUMANDO?

No me lo podía creer. Carlos fumando. NO.

-Suelta ese cigarro- dije casi llorando.

-Nose de que me hablas- tirandolo por la ventana.

-Dime donde tienes los otros. Dimelo.

-No tengo mas. Era solo uno.

-¿Me lo prometes?-llorando.

-Si-me abraza-solo es un cigarrillo...

-Pero no sabes lo que hacen a largo plazo...

-Losiento.

Mudanza a MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora