All Over Again [Harry Styles]

Capítulo 48.

- Es sencillamente perfecto lo que ha hecho por tí. -habló Nath, del otro lado del teléfono.

Anochecía en Holmes Chapel, mientras me dedicaba a relatar mi cumpleaños a mi mejor amiga. Un cuaderno estaba sobre mis piernas, y me encontraba sobre la cama, mordisqueando la goma de mi lápiz.

- Creo que lo es. -admití, sonriendo.- ¿Ahora entiendes mi problema? No tengo ni siquiera una idea de que regalarle.

Y para eso básicamente la había llamado. Luego de haber escuchado su conmoción por mi fin de semana aún sin analizar, necesitaba que me ayudara con los regalos. Nathalie solía ser creativa con ellos, pero debía admitir que parecía con falta de inspiración en el momento.

Quizás era porque quería algo especial para él, como lo había hecho conmigo. Algo personalizado, y no ideas generales. Quería detalles mínimos que sólo pueda entenderlos él en base a nuestra relación y a su personalidad. No sabía cómo diablos iba a hacerlo, pero luego de terminar la conversación con Nath, comencé a hacer garabatos sobre mi cuaderno, buscando ideas patentadas sólo por mi.

Intenté recordar sus gustos. Musicales, al menos, podía deducirlos porque prácticamente le gustaba lo mismo que a mi. En cuanto a la ropa, sabía que le gustaba usar gorros y pañuelos, sólo a veces. Le gustaban los deportes, y le gustaba la pastelería. Y… eso era todo lo que tenía en mente.

Maldije en voz baja. Irónicamente, creía conocer a Harry. Creía que él no sabía nada sobre mí, siendo que era la más cerrada y con más secretos de los dos. Pero, era al revés. Harry me conocía mucho más de lo que pensaba, y eso me asustaba lo suficiente como para expulsar el pensamiento de mi cabeza.

“Quiero verte .xx”

Sonreí a la pantalla casi de forma idiota. Sacudí mi cabeza, mordiendo mi labio inferior, reprimiendo mis emociones levemente. Tecleando con rapidez, respondí al mensaje, olvidando la frustración por no encontrar un regalo perfecto para él.

“No hasta mañana, y tendrás que comportarte. ¿Extrañándome, Styles? x”

Esperé su respuesta sin abandonar mi vista de la luz parpadeante de mi iPhone. Lo tomé entre mis manos rápidamente cuando lo sentí vibrar, dispuesta a contestar una vez más.

“Si, algo así. Quiero de tus chocolates, de todas formas.”

“De ninguna forma. Cómprate los tuyos.”

“Podríamos compartirlos… Mañana, ¿películas? Casa vacía.”

Volví a morder mi labio inferior. Su casa vacía. Sonaba una propuesta demasiado interesante, y tentadora. Reí, porque dudaba que sus intenciones fueran esas. Sólo lo aclaraba, sabiendo que no querría que su madre esté allí.

“No puedo. Estaré demasiado ocupada pensando qué demonios regalarte por tu cumpleaños. No vuelvas a regalarme algo así, no soy buena en esto.”

“No es necesario. Ven mañana. Puede tomarlo como regalo xx”

“No, lo lamento. No hay trato. Nos vemos mañana x”

Apagué mi móvil para evitar sus insistencias. No sólo tenía trabajos del instituto para hacer, sino que tenía que idear un gran proyecto en mi mente para sorprenderlo.

Tuve una idea. Pequeña. Que necesitaba pulirse y desarrollarse con paciencia. Sonreí. De alguna forma, me emocionaba tener algo en lo que dedicarme, aunque me resultara raro, que sea aún más emocionante porque fuera sobre él.

*            *            *

 - Un día. -comenté, mientras caminábamos detrás de May y Jenn, saliendo del instituto.