Capítulo 28.

2.5K 50 3
                                    

Despedí por una última vez a mis amigas sacudiendo mi mano, girándome mientras caminaba hacia el automóvil negro con Harry adentro con sus gafas puestas, observando cada uno de mis movimientos como si quisiera consumirme entera con su mirada reiterativa. Abrí suavemente la puerta, adentrándome en mi asiento, acomodándome. Lo miré, y él expuso sus ojos bajando algo sus gafas. Sonreí al ver ese verde musgo que tan hechizada lograba tenerme, y él devolvió la sonrisa tímida. Saludó con su cabeza a mis amigas, quienes devolvieron el saludo con sus manos. Repetí su saludo y ellas me sonrieron.

Harry arrancó el motor del vehículo, circulando por las calles de mi antigua ciudad. Todo parecía silenciarse luego de unos minutos, la comunicación siendo nula entre nosotros. Comencé a revolverme en el asiento, sintiendo su mirada sobre mi en algunos momentos. Mis manos se movían incómodas en mi regazo, y ya no sabía que mirar dentro del coche para no encontrarme con sus ojos.

Pero antes de que pudiera hacerlo, detuvo repentinamente nuestro andar, sin siquiera aparcar correctamente.

- ¿Hey? -preguntó, juguetónamente.- Puedes mirarme. -sonrió. Pude sentirlo aunque no lo estaba viendo.

- ¿Qué si no quiero hacerlo? -pregunté, desafiándolo y siguiendo el pequeño juego que nos había creado.

- Pues tendré que obligarte.

- Inténtalo. -continué.

- No deberías hacer esto... -hizo una pausa de algunos segundos, inspeccionándome.- ¿tienes miedo de mirarme y no... resistirte? -preguntó, cada vez más cerca de mí, rozando mi oreja con sus labios.- Sabes que puedo ganarte en esto. Siempre lo hago. -susurró, la profundidad de su voz vibrando en todo mi interior, provocando que me retuerza levemente.- Ya lo estoy haciendo. -volvió a murmurar en mi oído, refiriéndose a mi pequeño estremecimiento.

Succionó suavemente la piel de mi cuello y mis pestañas revolotearon por el contacto húmedo de su lengua contra mi piel, y la satisfacción de sentir sus labios acariciarme de forma sutil. Abrí mi boca y cerré mis ojos casi de forma inconsciente, disfrutando de su tacto. Todo parecía tan lento y tortuoso... que sólo aumentaba mi deseo por él.

- Mírame. -volvió a desafiar, alejándose de mi solo algunos centímetros, dejando su respiración chocando contra mi mejilla.

Al diablo con sus malditos juegos.

Había perdido tantas veces que hacerlo una más no influía en nada en mi vida. Giré mi cabeza hacia la suya, nuestras narices rozándose por nuestra cercanía. Sonrió victorioso y lo odié una vez más por celebrar tan abiertamente mi rendición. Me miró a los ojos, absorbiendo mi disgusto, acercándose un poco más a mí para repetir la caricia de nuestras narices. Inclinó su rostro un poco más hacia el mío, mirando mis labios ávidamente.

Antes de que pudiera esperarlo, me besó. Con fuerza, con necesidad, con posesión. Con todo lo que él era. Tomé su rostro entre mis manos y me impulse hacia Harry, aumentando la presión en nuestros labios, obligándolo a invadir mi boca con su lengua. Respondió a mis pedidos con satisfacción, aumentando la circulación de mi sangre por todo mi cuerpo y alterando mi ritmo cardiaco gradualmente.

- Hola. -sonrió, rozando nuevamente nuestros labios.- Ahora si podemos continuar.

Y de repente, se alejó. El frío me golpeó, en contraste con el calor con el que me encontraba junto a él. Antes de que pudiera poner en marcha el auto, tomé su nuca con mi mano derecha, atrayéndolo hasta mis labios otra vez, besándolo con fiereza. Succioné sus labios, los mordisqueé, y dejé que mi nuestras lenguas bailen tranquilamente.

Sentí a Harry suspirar contra mi boca y profundicé el contacto. Sus manos fueron a mi pequeña cintura, sus manos escabulléndose en el principio de mis jeans, sus dedos haciendo contacto con mi piel caliente. Fue mi turno en suspirar contra él. Besó reiteradamente mis labios con suavidad, profundizando el último contacto antes de dejarnos a solo centímetros nuevamente, celeste con verde juntándose.

All Over Again [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora