Capitulo 11.

3.3K 75 1
                                    

- Kate, ¿estás aquí?

 La voz de Jenn me sobresaltó de mis pensamientos, haciendo que levante mi mirada hacia ella mientras almorzábamos en la cafetería. Últimamente, había estado distraída, pensando casi siempre en el chico de cabello rizado que no podría traerme más que problemas.

 - Lo lamento… ¿de qué hablaban? –pregunté.

- De que hoy a la noche tenemos una fiesta a la que asistir. –dijo May.- A la cual irás, obviamente.

- ¿Q-qué? –tartamudeé.

- Si, Zac siempre hace una fiesta antes de Navidad. Es una idiotez gigante, pero no tenemos otra opción. –se encogió de hombros y Jenn rodó sus ojos.

- Harry dijo que podíamos ir las tres. –espetó Jenn, con su notable dulzura. Mis ojos abriéndose un poco ante la presencia de aquel nombre en nuestra conversación.- Solo irán los de nuestra división y otros del instituto. No son tan malas… y es verdad que no tenemos otra opción. ¿Vienes? –preguntó, agitando sus pestañas en forma de súplica.

- Erm… no lo sé, y-yo… no me siento cómoda. –susurré, sabiendo que era la mentira más grande que podía haber dicho.

- Vamos. Puedes venir a mi casa a prepararte. No queda tan lejos de lo de Zac. –musitó Jenn, mientras observaba mi mirada esquivaba.- No te dejaremos sola ni un segundo. –prometió.

 Levanté mi mirada para observarlas, toda su atención puesta en mi decisión. Suspiré, asintiendo levemente, provocando grandes sonrisas en ella junto con un pequeño festejo. De todas formas, sabía que si ellas no me obligaban a ir, Harry lo haría con alguna de sus estúpidas amenazas.

 *        *         *

 Me miré en el espejo del baño de Jenn, mordiendo mi labio inferior con preocupación. Pese a que intenté lucir lo menos producida posible, ellas se empeñaron en querer embellecerme. Llevaba puesto unos zapatos altos -que me daban una estatura promedio-, un pantalón de vestir negro con detalles en blanco -que resaltaba mis curvas- y una camisa blanca de seda, suelta. Agradecí que no insistieran demasiado en quitar mis lentes, los cuales ocultaban mis ojos ahora un poco maquillados con rimel y delineador negro. Mi cabello se vio envuelto entre mis manos, mientras lo enredaba formando un rodete recogido. Suspiré mirándome fijamente al espejo en cuanto sentí los insistentes golpes de May detrás de la puerta del baño. Salí de allí, simulando timidez, con algo parecido a una mueca en mi rostro. Jenn silbó mientras May sonreía, ambas orgullosas de lo que habían logrado conmigo.

 - Te ves genial. –halagó May.

- Gracias. –respondí tímida.

 Sentí mi iPhone vibrar en el bolsillo trasero de mi pantalón y lo saqué de allí, desbloqueándolo. La pantalla se encontraba decorada con su nombre, a lo cual mi corazón comenzó a latir rápidamente, frustrada de solo pensar la tortura que me esperaría a continuación.

 “Espero estés arreglándote… para mí .xx”

 Cerré mis ojos con fuerza y quise patear el suelo cual niña de tres años con un capricho. Al notar las miradas de mis amigas sobre mí, relajé mis rasgos y les susurré que enseguida volvía. Me encerré nuevamente en el baño, ahora sosteniendo el dispositivo contra mi oreja. En cuanto sentí su ronca voz del otro lado, me estremecí levemente.

 - Ni siquiera lo intentes, Harry. –reproché, sin siquiera saludarlo.

- Ey, deberías decirme “hola” al menos. –dijo, divertido, mientras yo me desesperaba cada vez más.- ¿Intentar qué, cariño? –preguntó sugerente.

All Over Again [Harry Styles]Onde histórias criam vida. Descubra agora