Capítulo 33.

2.3K 47 0
                                    

Caminaba hacia el instituto, mi uniforme algo desarreglado por la prisa que tenía. Jenn se había ido moderadamente temprano, pero tuve que lidiar con un pequeño problema que parecía costumbre en mi vida cotidiana. Harry.

Llamó reiteradas veces y decidí no responderle, aún conmovida por haber hablado con Jenn sobre Louis. Aún así, siguió insistiendo hasta que opté por enviarle un mensaje, el cual derivó a otro, y otro, y otro... hasta que era más de medianoche y me dormí sin terminar nuestra conversación.

Me encontré a mi misma sonriendo levemente. Pese a que lo odiara en más de un momento, lograba a la perfección distraerme y le agradecía indirectamente por ello, porque lo necesitaba.

Recordé que Jenn no asistiría a clases porque debía realizarse estudios médicos. May compartía sólo dos asignaturas conmigo, y probablemente esté ocupada en su proyecto de Ciencias de la Tierra, en el cual se anotó una semana atrás. Además de mi cansancio, el hecho de que no tendría con quien compartir las horas me desanimaba a llegar.

Aparte de ellas dos y Harry, no tenía relación en absoluto con otras personas. A excepción de Drew... pero no quería pasar todo el día con él por el simple hecho de tener que escuchar reclamos por parte del obsesivo luego. Sin embargo, era mi última opción. Compartíamos dos clases juntos hoy, y podía sobrevivir a Historia Universal con Harry, especialmente si me sentaba en el otro extremo del salón para evitar sus distracciones.

Aún así, ese día parecía interminablemente denso. Estaba agobiada, estresada, con demasiadas actividades por realizar en mi cabeza como para pensar en alguna otra cosa. Rendía exámenes finales, debía memorizar las coreografías, llamar a Nath y a Mandy, hacer planes para mi cumpleaños -para el cual faltaba algo más de una semana- y lidiar con Lily. Me sentía abrumada y de mal humor.

Mis pies parecían plomo mientras me adentraba en el instituto. Sentía lástima por cualquier persona que se interpusiera en mi camino ese día. No sabía qué hacer para quitar la sensación de malestar y no emocional, sino simplemente de humor. Necesitaba algo. Y no quería ni siquiera pensar de quién y qué era exactamente.

Aunque lo supe cuando lo vi caminar entre los pasillos. Mi cuerpo se despertó y mis sentidos estaban alertas. Esa sensación familiar se despertó en mi estómago y la ignoré, creyendo que así desaparecería. Ahí estaba Harry. Luciendo increíblemente genial como si intentara realmente hacerlo. Pero no. Todo eso era natural. Y mío; no de Savannah. Porque me elegía a mí, aunque eso me asustara.

Continué caminando hasta finalmente cruzarme frente a frente con él, siguiendo mi camino con mi cabeza baja. Vi como frunció el ceño pero seguí con mi vista fija en el suelo, caminando. Me siguió, alcanzandome rápidamente y colocándose delante de mí. Miré hacia mis costados antes de mirarlo, confirmando que nadie nos observaba con atención.

Diablos. Sus ojos, su cabello algo alborotado, su sonrisa... no podía con él. Ese algo que necesitaba consistía en arrastrar a Harry hacia mi cama y poder deshacerme de toda su ropa de una vez. Pareció notarlo cuando una de sus cejas subió, sugerente. Rodé mis ojos y mordí mi labio inferior, cruzando mis brazos a la altura de mi pecho, como si su insinuación muda me molestara. Bueno, si lo hacía, pero eso no implicaba que no fuese verdad. Porque lo era. Ese algo que me mantenía impaciente, ansiosa y molesta, era mi avidez de él.

- Hey. -saludó, burlonamente.

- Mantente alejado. -espeté, colocando mi mano en su pecho cuando lo vi acercarse.

- Bueno, bueno, bueno... -murmuró.- Parece que hoy es el día para saldar cuentas.

La tensión sexual era un hábito entre nosotros. Flotaba en el aire quisiéramos o no. Estaba ahí, tangible, notable, imposible de ignorar. Pero que recordara mi pequeña “ayuda” y su pequeña “promesa” no hacía más que aumentarla y hacerla obvia.

All Over Again [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora