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REBECA.

-¿Y si esa chica eres tú?

Estaba patidifusa. No le veía la cara por lo que no podía ver si estaba mintiendo. Tragué saliva. Noté la respiración de Jason muy cerca de mi boca y su calor corporal envolviéndome, al igual que su dulce perfume.

Y de la nada se encendieron las luces cortando todo lo romántico que me parecía esa escena. Jason a escasos centímetros de mi, se quedó paralizado ahí como si la luz nos volviera a la realidad. Le miraba los ojos y él a mis labios y nariz, pero subió su mirada y sus ojos parecían que me decían "¿me das permiso para besarte?". Tragué saliva de nuevo y Jason se movió carraspeando para luego ponerse correctamente en su asiento. Eso ha sido incómodo. La gente ha estado pasando y nosotros ahí, que casi no besamos y al final nos quedamos... simplemente parados.

Me relamí los labios.

Estábamos en un restaurante cenando.

-¿Qué hay de tu familia, Rebeca? -preguntó de repente Jason.

-¿Mi familia? -Carraspeé. -Es...normal. Yo soy la pequeña de tres hermanos, tengo uno que es menor que yo. Pero ya sabías que tenía hermanos. -Reí y Jason sonrió para luego beber de su bebida. -Mi madre se llama Angelina y mi padre Tom. ¿Y tú? -Parpadeó, tragó saliva y cambió de postura. Signos de estar incómodo.

¿Me contará algo de su familia, algo que sepa, quiero decir, algo de lo que me haya contado David?

-Mi hermano y hermana son menores, también lo sabías. -me guiñó uno ojo, sonreí mostrando mis dientes divertida. -Mis padres...no se ven muy a menudo y mis hermanos y yo vivimos con mi madre.

Oh, sus padres no se ven a seguido. Eso no lo sabía. Estarán separados, esa es mi hipótesis. Ahora hay muchas parejas que les pasa... Es algo... normal.

-Mi padre se fue. -leyó mis pensamientos.

-El mío es... es un poco serio y estricto. -Reí para que se sienta mejor y sonrió nostálgico. -Y... ¿Cómo se llaman? -Pregunté interesada.

-Julia y Jason.

Jason.

Jason.

Maldito seas, Jason, maldito seas por dejarme.

Ya tiene sentido. Su padre les dejó y él se sentía casi como la misma mierda... Quiero abrazarlo, a pesar de todo, un padre es importante pase lo que pase.

-Como tú. -Reí alegre. -Seguro que es igual a ti. -Entrecerré los ojos divertida quitándole hierro al asunto o al menos... intentándolo.

-Y lo es. -Rió.

-Así de moreno, fuerte. -Me mordí el labio inferior y me miraba travieso pero confuso. Con mis dedos hice un camino por la mesa con mantel beige del restaurante, como si fuera una hormiga hasta él que estaba enfrente mía. -alto, sexy. -Rió y mostró sus dientes, yo también lo hice. Lo estoy consiguiendo. -Y con el ego alto, orgulloso y mujeriego.

-Era así supongo, algunas cosas no las sé. -Puso sus codos en la mesa quedando mucho más cerca de mi ya que ambos estábamos un poco echados hacia delante. Le caí un mechón castaño por la frente. -¿A dónde intentas llegar con todos esos halagos, Beca? -Casi susurró con un tono de lujuría pero a pesar de la gente y de los gritos que habían en el restaurante pude oírlo. Reí.

-¿Qué te has quedado con los primeros cuatros adjetivos?

-Te lo parezco a ti. -dijo asintiendo con la cabeza. Aunque parecía una pregunta.

No me impide/ TerminadaWhere stories live. Discover now