Alix. Saga H2 ✔️

Capítulo 32.

Narrador externo.

Mark odiaba seguir órdenes. Ni él mismo supo por qué había aceptado ese estúpido trato. Había investigado sobre ellos y sabía en qué se estaba metiendo y aún así aceptó. Aceptó porque Mark era mucho peor de lo que el FBI decía.

Ahora necesitaba tiempo para pensar así que salió a correr al parque. Mark no estaba orgulloso de sí mismo ni mucho menos, pues todo lo que había hecho, no era digno de admirar. Pero lo único que seguía conservando era la lealtad y él no se la había jurado a aquel hombre, sino a su familia, a los rusos.

Venganza. Era lo único que le animaba a seguir adelante, lo único que le impedía no cargarse al tipo ese y a Cooper, porque por mucho que dijeran, ellos sí que no sabían quién era. 

A lo lejos, vio a Grace. Quien estaba estirando antes de irse a correr. Él sabía que no era mala chica ni muchísimo menos, pero odiaba que se metieran en sus asuntos y ella estaba aquí para investigarlo. Si Mark odiaba a alguien era a las personas entrometidas.

No entendía cómo alguien como ella podía estar trabajando para el FBI, se le hacía demasiado raro. Pero ahora comprendía por qué sabía conducir así de bien y por qué iba a hacer caso omiso a las palabras de Cooper. Mark estaba más que seguro que Grace competiría.

El móvil de Mark sonó. Era Natasha.

—Hay un puta cámara y un puto micrófono en el salón. Ven ya.—Sonaba cabreada y a Mark comenzó a hervirle la sangre.
Para entrar a su casa hace falta saber mucha informática y tener habilidad, pues había demasiada seguridad.
En ese mismo instante, Grace terminó de estirar y comenzó a correr. Mark lo sabía, Mark sabía que había sido ella y le iba a dar el primer aviso: no se juega con un Vólkov.

Alix's POV.

Tenía que hablar con Nick y contarle todo lo que sabía. Aquí nadie hablaba y cada uno iba por su lado, parecía mentira que estuviéramos todos en el mismo bando. Sabía que mi abuelo y Allan iban por su lado, mi tío Dani algo sabía pues su regreso de Nueva York había sido demasiado precipitado, mi padre nunca sabías por dónde iba a salirte y mi madre estaba casi seguro que estaba al margen. Por otra parte estaban Tyler, Carol y Luke que aunque no aparecieran casi, seguro que sabían de qué iba el asunto.

—Todavía no entiendo como puede tener la condicional sin montar ningún escándalo.

—El tipo que lo ha sacado, debe tener contactos arriba.

—¿No hay ninguna sola pista?

Negué con la cabeza. Ni un solo dato de aquel tipo. ¿Cómo era posible? Nadie puede desaparecer del mapa así porque sí.

—¿Y cómo está Grace?

—Tenías que haber visto cómo llegó... Al principio tenía miedo... Y...—Se me cortó la voz.—No lo sé, tío, esto no me gusta nada.

Nick se pasó las manos por la cabeza.—Por lo que me has contado, Tyler es el único que va a poder ayudarnos.

Tenía razón. Nadie iba a decirnos nada y Tyler era como mi padre. Él también iba contra las reglas, por algo eran hermanos.—Se dónde encontrarlo.

Una hora más tarde nos encontrábamos frente a su casa. Si iba por su lado, estaba completamente seguro de que nos ayudaría, además, uno más en el equipo nunca viene mal.

—Pero mira a quién tenemos aquí.—Me dio un abrazo nada más abrir la puerta.—Pasad, pasad.—Nos hizo un gesto con la mano.

Sacó tres cervezas y nos sentamos en el salón.