Capítulo 40.

20.4K 1.5K 126
                                    


NOTA DE AUTORA AL FINAL.

Grace's POV.

Me giré hacia esa voz masculina. No podía ser cierto, estaba aquí.

—Veo que no has perdido el tiempo y que ahora trabajas para el FBI.

—¿Qué quieres, Joe?

Él no había cambiado nada. Seguía igual que años atrás, salvo que su rostro tenía más cicatrices y su cabello ahora era blanco.

—Que abandones, que vuelvas a Nueva York.

—No.

Joe rio. Su risa era un sonido que no soportaba, al igual que la de Cooper. Eran sonidos que me provocaban escalofríos.

—Veo que sigues sin hacer caso. Entonces tendré que actuar.

—¿A qué te refieres?

—Pequeña Grace, necesito un seguro para salir de aquí el día de la Golden Gate. Puedes hacerte una ligera idea de quienes pueden ser y también sabrás que alguien va a morir.

—Nadie va a morir.—Dije segura de mis palabras, aunque sabía que con Joe mi afirmación podía cambiar.—Ni siquiera tú. Morirás entre rejas.

Volvió a soltar una estridente carcajada. Después de tantos años de sufrimiento, volvíamos a encontrarnos cara a cara pero con un pequeño detalle diferente: esta vez lo tenía a tiro.

—Tengo las manos manchadas con mucha sangre y abandonar San Francisco sin mi último objetivo sería un crimen.

—Te repito Joe que no va a morir nadie.

—Mira pequeña, esa muerte te dolerá tanto que cuando me tengas a tiro, no podrás ni apretar el gatillo.

Levanté el arma hacia él y la cargué.—Cállate.

—Y no sólo habrá una muerte.

—¡Qué te calles!—Me acerqué más a él sin bajar el arma.

Volvió a soltar una carcajada.—Si fuera tu, regresaría a Nueva York. El pasado puede volver a vivirse.

Decidí ignorar sus palabras y esbocé una sonrisa amarga.—Dame una sola razón por la cual no deba pegarte un tiro ahora mismo.

—Esa.—Señaló a dos hombres que estaban ocultos debido a la oscuridad del callejón. Ambos llevaban rifles.

—Baja el arma.—Dijo uno de ellos. Tenía la voz demasiado grave.

Hice caso omiso a sus palabras y seguí apuntando a Joe con el arma.—Si tus hombres disparan, yo disparo.

—Vamos, Grace, ¿crees que soy capaz de disparar a una de mis niñas rebeldes?

—Creo que eres capaz de muchas cosas.

—Que bien me conoces.—Negó con la cabeza.—Baja el arma y yo ordenaré a mis hombres bajarlas.

—¿Cómo sé que puedo fiarme de tu palabra?

—No lo sabes.

Dudé unos segundos antes de bajarla. Si él no cumplía su palabra, se acabó todo para mí.

La dejé en el suelo y acto seguido sus hombres hicieron lo mismo.

—Bien, ahora podemos entablar una conversación como personas civilizadas.—Pausó.—¿Has visto, Grace? Me has tenido a tiro y no has sido capaz de apretar el gatillo después de todo el dolor que te he causado. ¿Por qué ibas a hacerlo el día de la Golden Gate? ¿Y más aún sabiendo que va a morir alguien? Aunque claro, quizás ese alguien seas tú.

Alix. Saga H2 ✔️Where stories live. Discover now