Capítulo 33: Feliz cumpleaños, castaña

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Capítulo 33

Feliz cumpleaños, castaña

—¿Segura que su cumpleaños es el sábado? —le pregunté a marcela que estaba del otro lado de la bocina—

—Con un demonio thí—gritó tras soltar un bufido— esta es la treintava vez que te digo que sí, ¡el cumpleaños de Lizzy es el sábado!

—Solo quería confirmarlo—dije disculpándome—

—¿Por treintava vez? —preguntó riéndose— thi, me tienes harta, en fin, ¿ya están en el centro de adopción?

—Sí, vamos llegando, ya compré el conjunto que vimos en el centro comercial y solo falta esto.

—Perfecto, entonces te dejo para que lo elijas, por favor se consciente del tamaño ya que ella nunca ha cuidado a uno y sabemos que es su deseo más grande.

—Lo entiendo.

—Bien, te dejo porque Liam ya llegó por mí, nos vemos pronto y suerte con la fiera.

—Gracias—dije entre risas—nos vemos pronto, yo también ya tengo que entrar porque Alex está haciéndome señas desde la ventana del local, por cierto, dile a Liam que es un idiota.

—Son un par de idiotas—contestó riéndose—también le daré un par de besos para que no se sienta tan mal, nos vemos.

Despues de aquella noche en la feria del pueblo y que le declarara mis sentimientos a mi hermosa castaña, las cosas comenzaron a marchar de manera inexplicable, las tardes a su lado eran momentos que estaba atesorando en mi corazón, pues no podía evitar pensar en la idea de que mi sueño me estaba esperando en el sofá de mi casa para comenzar a ver la película de terror que ambos habíamos decidido ver, con el hecho de protegerla de aquellos sustos que la aterrorizarían, simplemente no podía quedarme tranquilo al pensar en que Elizabeth, mi sueño, estaba en casa, sosteniendo un tazón con palomitas, y mucho menos que me sonriera y me diera un cálido abrazo al sentarme a su lado. Las tardes en la librería del centro de la ciudad eran cosas que ni muerto pensaba cambiar, pues entre más atención le prestaba a cada gesto que hacía tras leer un párrafo de la novela que le acababa de regalar, más me enamoraba y mis ganas de besarla aumentaban. La salud de mi hermosa castaña se encuentra en un sube y baja constantemente, hay días en los que se encuentra bastante activa y realizamos todo tipo de actividades, pero existen otros donde apenas y se mueve, hace unos cuantos días he notado su ánimo bastante decaído, pero es algo que pretendo no dejar pasar, mi castaña no puede seguir así.

—Eh, imbécil, reacciona—dijo Alex al darme un golpe con un hueso de peluche—¿sabor carne o pollo? —preguntó al sostener los dos juguetes—

—¡Aun ni siquiera hemos elegido el indicado! —le dije al regresarle el golpe—primero tenemos que ver cual adoptaré y si es que le gusta el pollo o la carne—

—Demonios, es cierto, entonces vayamos de una buena vez con la chica que está en el mostrador.

—¡Hola! Mi nombre es Abby, acompáñenme a la parte trasera para enseñarle a los cachorros que tenemos en adopción, deben de tomar en cuenta que una mascota es una gran responsabilidad, y deben de cuidar de él—nos explicó al ir caminando por el pasillo que tenía huellas de diversos animales dibujados en él—¿es algún tipo de adopción normal o se trata de algún regalo? —preguntó al voltear a vernos mientras llegábamos a las jaulas—

—Se trata de un regalo—le expliqué al sostener la correa que anteriormente había tomado de un estante, junto con un collar negro—

—¿Familia? De seguro a tu hermana pequeña o algo—admitió curiosa—

Ella (Segundo libro de Cartas a quien un día amé ♥)Where stories live. Discover now