Ella (Segundo libro de Cartas a quien un día amé ♥)

Capitulo 18: Russo's

Capítulo 18

Russo's

En un abrir y cerrar de ojos el Prefecto nos llevaba directo a su despacho para darnos un sermón bien estudiado sobre todo lo que el Instituto hace por nuestra educación, y seguramente para recordarnos cada una de las reglas y cuantas habíamos roto; mientras yo solo pensaba en que nuevamente le llamarían a Mike.

—¿Ustedes piensan que esto es un juego? —el prefecto se plantó bastante firme tras su silla—¿Entienden la gravedad de todo esto y que es lo que hicieron?

—En mi defensa—habló Alex—

—En tu defensa deberías de guardar silencio y por dios, no puedo creer que sigas desnudo—presiono el botón de su teléfono de mesa y habló con su secretaria—por favor que alguien le traiga algo de ropa a mi despacho, de inmediato—En un momento, señor—escuché salir de la bocina—¿en serio piensan que esto es una broma? ¿acaso piensan que están con los preescolares y sus actos no tendrán consecuencias? —El prefecto seguía regañándonos mientras yo solamente reprimía mis ganas de reír pues Alex intentaba cubrirse con un suéter que le habían lanzado camino al despacho—

Antes de retomar la conversación con el Prefecto, entró de inmediato su acalorada secretaria pues se dio cuenta que aquel estaba de malhumor debido al espectáculo de Alex, dejó un cambio de ropa sobre la mesita junto a la puerta que seguramente era su baño particular.

—Ve y ponte algo de ropa—dijo—puedes entrar ahí—señaló la puerta.

—¿No cree que es mejor estar así y mostrarme como dios me trajo al mundo? —Agregó Alex para retarlo—Al fin y al cabo todos tenemos libre expresión.

—Espero que eso digas mañana para defenderte frente al reporte de expulsión.

—Vale, vale voy y me cambio—se puso de pie rápidamente y abandonó la sala—

—¿Ahora si me puedes decir que rayos estaban pensando para hacer eso? —me preguntó al momento de tomar asiento—

—Simplemente nos divertíamos—respondí—no pensamos en que nos descubrirían.

—¿Sabes cuál es el verdadero problema?

—Ni idea.

—Que ambos saben que no es la primera vez que están en este despacho, hace poco estuviste aquí por incendiar la mesa de trabajo en el laboratorio—comencé a reír al recordar aquel momento pues aun sentía algo de vergüenza—¿Te atreves a burlarte? —

—No para nada—dije entre risas—solo que ya pasó bastante de eso.

—Se nota que estás bastante arrepentido—agregó y sentí su sarcasmo—

—Bien, estoy listo—comentó Alex al cerrar la puerta—me queda algo ajustado el pants

—Toma asiento y deja de quejarte.

—Huy estamos enojados—tomó asiento a mi lado y se alcanzó una revista para comenzar a hojearla—

—Cállate, Alex.

—¿Y tú piensas que estás en una plaza comercial? Enderézate y deja eso en su lugar—lo sentenció—estoy hablando en serio, Alex.

—Ya, perdón—dijo al regresar la revista y prestar atención— Entonces... ¿ya nos expulsaron?

—Pensaba en suspenderlos, pero ya que hablas de expulsión yo estoy más que de acuerdo en esa decisión—sacó un par de papeles de su escritorio y comenzó a escribir—¿Apellidos? —me señaló—