Capítulo 5: Cumpleaños

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5 días han pasado y no hay noche en que no sueñe con esa hermosa chica de cabello castaño. Estoy pensando seriamente en el hecho de que estoy volviéndome loco.

¿Quién es ella? ¿Por qué sigo soñándola?

Temo seriamente por mi cordura. Pero joder... es hermosa. No me importa que me juzguen loco si es por ella. Bowell me asegura que solo es producto de mi imaginación y que tal vez la vi en algún momento de mi vida pero asegura que hasta ahora ha salido a relucir en mis pensamientos debido a todos los problemas que tengo. Pero yo pienso que son simples tonterías. Esa castaña me está volviendo loco y no se porque.

La maestra de Lengua Extranjera sigue hablando y lo único que puedo escuchar es "¿Quién es esa chica castaña? Vamos Allison, busca en tus recuerdos. ¿Quién es ella?"

La he soñado tantas veces que puedo asegurar la estoy conociendo a la perfección. No es tan alta, no como Kelly, tampoco tiene esa expresión de seguridad. Como la primera vez que la soñé, me veía de una manera retadora y segura. Ahora solo la veo apagada y triste, como si intentara explicarme algo. Pero... ¿Qué?

Thi, eh, idiota—Escuche a lo bajo mientras la canción en mis audífonos le ganaba a todos los sonidos exteriores— Pedazo de idiota, necesito que voltees—Comentó Alex casi con un hilo de voz.

Sabía que estaba tratando de hacer que le prestara atención pero la verdad es que ni siquiera estaba de humor; el estado de ánimo descendiente de la castaña, la poca atención por parte de Isabel y los problemas con Mike me tenían fuera del mundo. Después de un par de canciones y algunos apuntes tomados me lanzaron una pluma y sabía que era momento de saber qué demonios quería Alex.

Voltee a verlo casi irritado y ni siquiera tenía un motivo claro de mi estúpida actitud. — QUE-DEMONIOS-QUIERES—Dije casi lanzándole el libro de historia.

—Primero calma ese infierno, Thi. ¿Qué demonios pasa? —Preguntó Alex algo desconcertado.

Es cierto, estaba enfadándome cada vez más rápido. Algo más que comentarle a Bowell. La castaña cambia mi humor y no sé porque. Respiré profundamente y me repetí un millón de veces que no había motivos para estar así.

—Lo siento, ¿qué pasó? —Pregunté mientras tomaba la pluma—. Lo siento creo que estoy un poco molesto y no sé exactamente porque.

—¿Otra vez Mike? —Agregó curioso Derek.

—No... bueno. Ya no se trata solo de Mike. También es Isabel y la castaña.

—¿Alguien ha dicho castaña? Eso significa que están hablando de chicas. Y nadie puede hablar de chicas en mi ausencia—Declaró Kelly mientras se sentaba en la mesa de Derek, dejando al descubierto gran parte de sus largas piernas—.

Mierda. Enfócate Thomas.

—¿Necesitas algo Kelly? —Preguntó Alex.

—Pues te aclaro que no necesito nada que venga de ti. —Agregó algo irritada.

—Bien sabes que eso no es cierto.—Contestó Alex completamente seguro.

El punto es que después de que terminé con Kelly, la relación de ambos se tornó algo difícil. Ya que entre Kelly y yo había quedado el mutuo acuerdo de solo amigos y Alex sabía bien que el asunto de solo amigos eran puras patrañas. Está seguro de que es imposible ser amigo de alguien con quien tuviste una relación. Y es cierto, al principio fue algo difícil y más por lo diferentes que somos. Pero ver lo tan rápido que Kelly superó lo de nosotros me hizo sentir aliviado después de un par de meses.

—Bien... como te iba a comentar antes de que alguien —En ese momento volteo a ver a Kelly— nos interrumpiera. Es que necesito me ayudes con algo, en serio necesito que me ayudes con esta chica.

Ella (Segundo libro de Cartas a quien un día amé ♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora