Capítulo 21: A la defensiva

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Capitulo 21

A la defensiva

El noticiero mañanero avisó que el termómetro nuevamente descendería drásticamente y todo mundo ya se planeaba cualquier excusa para no asistir al Instituto o faltar a sus clases fuera del edificio pues los instructores no se tentaban el corazón ni un momento al tratarse de las prácticas matutinas y el frío combinado con la lluvia. Terminaba la última clase realizando unos apuntes desde una diapositiva que nos mostraba el maestro de matemáticas cuando un fuerte trueno hizo que la electricidad de todo el Instituto se fuera y todos comenzaran a gritar y hacer bulla. Sin tardar dos segundos Alex me lanzó una bola de papel para que le prestara atención mientras comenzaba a guardar mis cosas pues estaba más que claro que la clase se había suspendido.

—¿Piensas ir a los cursos? —dijo señalando la ventana y vimos como el cielo se caía a pedazos—está horrible el clima, y dicen que empeorara.

—¿Tu irás? —regresé su pregunta—pienso ir, quiero ver a Elizabeth.

—Sabía que me dirías eso, pienso asistir ya sabes que aún me tiene amenazado con las calificaciones—dijo al ponerse de pie y colocarse la mochila—larguémonos de aquí. ¿crees que asista?

—Demonios, hace demasiado frío—dije cerrándome el saco junto con la gabardina que el mismo Instituto nos hacía portar mientras salíamos en dirección a nuestros casilleros—¿qué puede ser peor que el frío? —pregunté—tengo fe que así será, mi castaña es bastante cumplida.

—¿Seguimos con lo de mi? —preguntó al darme un ligero empujón—me sorprende tu dedicación a esa chica—me señaló la cafetería y yo le seguí el paso—

—Y es que no es cualquier chica, para que seguir ocultándolo, no te lo puedo negar, me interesa demasiado.

—Bien por ti campeón, vas con todo—dijo al apresarme con el brazo izquierdo—pienso ser padrino en tu boda.

—Eres un idiota—agregué riéndome—que no te escuche Kelly porque se volverá loca.

—Ni lo dudes, una parte de mi pensaba seriamente que ella seguía interesada en ti.

—Somos buenos amigos, incluso después de terminar, es por eso que es tan protectora.

—Si, ajá, la verdad es que nadie la entiende.

—¿Vas a comprar algo? —dije señalando la barra de la cafetería—

—Por supuesto, me estoy muriendo de frío, quiero un capuchino doble sin crema—le dijo al encargado—por cierto, ¿tienes planes para hoy?

—De hecho, si, solo espero que el  clima no sea un impedimento para poder llevarlo a cabo.

—¿Qué harás?

—Invité a cenar a Elizabeth. Para mí por favor café regular con crema—agregué al extenderle el billete—pienso llevarla a Crazy Pith.

—Vaya campeón, sí que vas con todo.

—Aún tiene dudas y más por lo de ayer, que fui a su casa y todo eso.

—Hasta yo las tendría, primero la fotografía y luego ir a su casa, ¿qué sigue después thi? ¿qué la acoses en todo momento? —comenzó a reír y no pude evitar seguirle la corriente—sabes que estoy de joda, pero es normal que tenga sus propias dudas.

—Pienso que está bien que las tenga, así puedo resolverlas sin problema en ni un momento, y eso al menos me da otra oportunidad para hablar con ella.

Ella (Segundo libro de Cartas a quien un día amé ♥)Where stories live. Discover now