Ella (Segundo libro de Cartas a quien un día amé ♥)

Capítulo 1 "Desert Eagle, calibre 50"

Golpeo una y otra vez el encendedor que tiene forma de una desert eagle calibre 50 contra la posadera del sofá que se encuentra en el despacho del psicólogo que mis padres han hecho que visite.

El señor Bowell me regala una mirada con desagrado y yo sigo golpeando con más fuerza intentando retarlo.

-¿Fumas? –Comentó mientras escribía unas cuantas cosas en su bloque de notas.-

-No es algo que te interese ¿O sí?

En realidad no fumo, incluso me han ofrecido un montón de veces que lo pruebe pero después de ver como los pulmones de mi abuelo se deterioraron a tan corta edad debido al tabaco prefiero dejarlo fuera de mis vicios, prefiero morir obeso que siendo un pedazo de mierda conectado a diversos aparatos, odio los hospitales.

-Allison, me interesas desde que tus padres te trajeron aquí por primera vez.

-No ha pasado mucho desde eso, solo ha pasado poco más de un mes.

-En el cual desde entonces no has querido cooperar.

-No hay nada de qué hablar.

-Por supuesto que lo hay.

-¿De qué quieres que le hable? Mis padres no quieren estar juntos, mi existencia es lo que los hace unirse y eso es una reverenda porquería, mejor que me den dinero y me largo del país, puedo irme con mis abuelos así los dos pueden seguir por caminos separados y olvidarse de mi existencia.

-No sabes que tan equivocado estas, tus padres te aman, eres muy importante para ellos.

-¿Qué tan importante puedo ser para ellos si decidieron separarse?

-Eres demasiado importante, tanto que decidieron estar separados para no lastimarte nuevamente.

-Como si pudieran lastimarme más.

-Vamos, ¿Que tan malo puede ser?, veras a los dos y estarás cerca de ellos.

-No me sirve de nada si los tengo separados, los quiero juntos, como antes.

-Las cosas cambian, los pensamientos e ideas nunca serán iguales, si ellos lo decidieron así no tiene por qué afectarte.

-Sabe, estoy harto de esto, me largo de aquí.

Tomé la mochila que anteriormente había lanzado al piso y me dirigí a la salida del despacho, me harta ser parte de un maldito experimento. Tome la perilla para hacerla girar y me detuve al escuchar su comentario.

-Puedes marcharte pero recuerda que el único que se hace daño eres tú, además... estas aquí porque el divorcio aún no es definitivo.

No... aún no es definitivo, por más coraje que sienta y la actitud que tenga, me hizo recordar que aun nada es definitivo.

-Regresa a tu asiento y vamos a hablar, te juro que solo seré un amigo más, nada de papeleo, todo lo que hablemos quedará fuera del expediente-comentó mientras se quitaba los lentes y presionaba el puentecillo de su nariz, seguramente se sentía tan cansado y fastidiado como yo-

-No es definitivo aún, ¿Cierto?-voltee a verlo con un pequeño hilo de esperanza emergiendo de mi interior-

-Por supuesto que no, los papeles de divorcio aún están en blanco, el espacio de las firmas siguen vacíos.

Siguen vacíos.

Antes de avanzar un poco en la historia quisiera comentar que mis padres están a poco de divorciarse, por... falta de tiempo. Durante toda mi vida los eh tenido juntos, me dieron una perfecta vida llena de alegría, pero... como bien dicen los autores que eh leído, no todo es para siempre, el amor en algún momento se acaba, talvez eso le sucedió a mis padres.

Vuelvo a mi asiento que ahora está vacío y ocupo nuevamente mi lugar, ahora no puedo verle a los ojos pues a veces mi propia actitud me fastidia, no es que siempre haya sido así.

-¿Hay algo que quieras contarme? ¿Cómo va la escuela, tus notas han mejorado?

-Tengo problemas en química, el profesor quiere hacer mierda mi promedio.

-Depende que hayas hecho, no puede joderte la vida solo porque sí.

-Solo incendie la mesa de trabajo, no se para que se alteran.

-Supe de eso, ¿Me puedes explicar qué carajo te está sucediendo? Tuvieron que llamar a tus padres al instituto, por poco y te echan, recuerda que tú no eras así.

-La gente cambia ¿No?

-Los cambios tienden y deberían de ser para mejorar, no para empeorar.

-Bienvenido a la vida real, en donde los sueños se vuelven en una verdadera porquería y las esperanzas se mueren día a día.

-Sí, la vida es real, pero depende de que tan real quieres que sea, es simple.

-¿Entonces tengo que pensar en unicornios voladores, olvidar el divorcio de mis padres y hacer como que nada sucede? Estupideces.

-No empieces con tonterías, sabes a lo que me refiero, si yo hubiera dejado que todo lo real que sucede en mi vida me consumiera ahora probablemente estaría en la calle, sin empleo y esperando limosna de las personas, mi padre nos abandonó cuando yo tenía 10 años, se lo que es pasar por la ausencia de alguien, no vengas aquí con tu faceta de niño mal criado, sabes que no eres así.

-Vale, me eh pasado un poco.

-¿Un poco? Estas actuando como un mocoso que pide a gritos su mamila.

-No exageres, Bowell.

-No exageres tú, en este momento deberías de mostrar madurez, ya no tienes 10 ni 14 años, tienes 17, ya estás un poquito grande para tonterías.

Joder, tenía razón.

-¿Entonces que demonios propones?

-Te propongo que salgas adelante, no dejes que el divorcio te hunda, lo único que conseguirás es adentrarte en un lugar que difícilmente podrás salir y créeme no quieres estar ahí.

-Lo dices tan fácil, anda ve a casa y escucha las discusiones de mis padres todas las noches, aguanta todo eso sin tener nadie contigo.

-Nadie dijo que será fácil, se por lo que has pasado pero ve y muestra quien verdaderamente eres, confronta eso y todas las cosas malas que estén por venir.

Antesde salir del despacho debido a que la sesión había terminado la última frase deBowell seguía dando vueltas en mi cabeza... "Enfrenta todas las cosas malas queestén por venir".