Capítulo 6 |Nueva edición|

Comenzar desde el principio
                                    

Impactada por su pregunté parpadee un sin número de veces intentando acomodar las palabras de su pregunta dentro de mi mente y buscando una respuesta aceptable para ambas. Al notar que no había respuesta alguna, di un paso a un lado para continuar con nuestro camino, pero su delgado cuerpo se sincronizaba con el mío para no dejarme pasar. Esos fueron los próximos segundos, un paso a la derecha y otro a la izquierda, uno a la izquierda y otro a la derecha. Pero era imposible esquivarla pues era uno de esos momentos donde tenía que contestar sin importar que y mi única opción era admitir que no tenía ni idea sobre los comentarios que rodeaban el miembro de mi novio.

— ¿Qué comentarios? — su rostro reflejaba incredulidad. Se acercó hasta rodear mis hombros con su brazo y colocar su mano a un lado de mi oreja para luego susurrar.

— ¿La salchicha es para hot dog o para asado? — dijo a un ritmo rápido — ¿en verdad es un león en la cama? ¿Es cierto que tiene tatuajes en las nachas? Se dice que es todo un semental ¿Cuanta probabilidad hay que salgas embarazada?

Apenada por sus preguntas poco discretas, alejé su brazo de mi cuerpo y caminé a paso rápido intentando evadir más preguntas que por supuesto no pensaba contestar. Por su lado, ella iba caminando por detrás de mí a un poco más de un metro, sus carcajadas llamaban la atención de los vecinos que nos miraban con intriga y sus pasos, al igual que los míos, ruidosos y rápidos. Gritaba mi nombre en medio de sus carcajadas, aplaudía y estoy segura de que más de una vez escapó de ahogarse con su propia saliva.

Entonces el sonido tan peculiar de su móvil al recibir un texto omitió su carcajada y en ese momento, por alguna extraña razón, algo que quizás jamás podré explicar, mi corazón comenzó a bombardear precipitadamente pues dentro de mí sabía que algo no estaba bien. Escuché sus pasos bajando la intensidad, el tono al deslizar su dedo sobre la pantalla táctil de su móvil y un suspiro lleno de impresión, miedo e incluso hasta podría jurar que de nostalgia. Detuve mis pasos, transforme mis manos en puños llenos de presión hasta el punto de ver mis nudillos blancos y respire profundo. Tenía miedo de que todas mis sospechas fueran verdaderas, pánico de ver su expresión o decir: "Hey, ¿por qué te detienes? llegaremos tarde" y que me demuestre una muy mala noticia, pero no lo pude evitar y giré sobre mi eje, buscando su rostro.

Sus ojos estaban pegados a la pantalla brillante de su móvil mientras sus manos se aferraban de este con fuerza. Poco a poco los colores de su rostro comenzaron a tornarse en colores pálidos y, justo en ese momento, sus ojos oscuros rodeados de lágrimas me observaron con nostalgia. Esa era la señal; mi señal.

— Muy bueno para ser cierto — su voz se quebró justo en el momento que terminó de hablar.

Entonces extendió su mano con el móvil y los segundos se convirtieron en minutos. Ahí estaba ese rinconcito en medio de la madrugada, esa pequeña casita de árbol que fue testigo de todo lo que pude entregar en una noche, ahí estaba él, ahí estaba yo; todo plasmado en una imagen donde se podía diferenciar mi rostro y mi cuerpo. Una foto con letras brillantes en color rosado que decoraban los bordes "Zorra" "Puta" "Fácil". Su espalda definida, mis brazos alrededor de él y una cantidad infinita de comentarios realizados por los testigos del cómo perdí todo en una sola noche.

Comencé a deslizar mis dedos mientras rápidamente leía cada comentario "Tan putita" "¿Quién es? ¿Katherine? qué asco ¿cómo pudo?" "Seguramente él tuvo mucho asco" "¿Será que ella se encuentra disponible para mí?" "Ni siquiera mi hermano virgen y desesperado quisiera estar con ella ¡primero muerto!" cada vez eran más comentarios, más insultos y denigración a mi cuerpo. Las lágrimas caían sobre mis mejillas y recorrían mi rostro hasta caer por mi cuello, mientras me cuestionaba ¿por qué yo? ¿Yo que hice? ¿Alguna vez lastime a alguien? ¿Por qué fui su víctima? ¿Por qué?

Juro enamorarte |BORRADOR|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora