PRIMERA PARTE DE LA SAGA JURO.
Cuando Katherine James era apenas una pequeña, su madre llenó su mente con historias increíbles sobre el amor, la amistad y las largas noches de diversión con chicos altos, fuertes y despampanantes por sus grandes ojos...
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— Abre más — Sam realizaba presión sobre mis hombros —, solo un poco más.
— ¡Duele! — terminé apoyando mi trasero sobre el césped de mi casa, soltando la presión de mis piernas. Mi madre se sentó frente a mí — Esta porquería realmente duele.
— Esta porquería se llama Splits — tiró una botella de agua en mi dirección. Al tomarla mi cuerpo dolió provocando una risilla en mamá — y es la única manera de ganar esa posición como porrista.
— Empiezo a creer que es muy mala idea.
— Quizás, pero me encantaría ver el rostro de esa pequeña escoria de la sociedad — rodeó sus ojos al mencionar a Hilary — y a su madre, por supuesto, asustadas porque mi hija logró quitarle algo que realmente ama. Además, adelantaron la fecha de audición y tienes en aprovechar estos días.
Nunca había entendido la rivalidad que tenía su madre contra la mía, muy pocas veces me había comentado algo al respecto y realmente no tenía interés en su momento pues era más joven y mi única misión era correr del peligro, no intentar comprenderlo. Sin embargo, no podía pasar por alto la manera en la que Sam se expresaba de ella o que en sus recuerdos muy pocas veces la menciona. Según cuenta mi padre la discusión comenzó por un pequeño gran error por parte de una, pero que mi madre siempre intento ser una muy buena amiga, claro está en que era una excelente amiga que solía tener una vida alocada.
También he escuchado que mi madre intentó solucionar las cosas, pero nunca pudo. Pienso que no puedes convencer a la gente de que te ame o agradarle a todos, es absurdo, nunca nadie te dará amor porque quieras que así sea. No podemos vivir con el concepto de que necesitamos que todos nos amen para ser felices. Y es por eso que al menos en la mitad de mis noches pensaba en que estaba haciendo las cosas mal.
¿Qué iba a suceder si conseguía mi objetivo; enamorarlo e ilusionarlo como un pequeño y luego dejarlo? Supongamos que funcione, pero no por tener los ojos abiertos significa que estás viva, no por sentirte enamorado significa que en verdad lo estés. Haré que pierda su tiempo; lo sé, pero también espero darle una buena lección de vida porque si no era así, entonces de nada serviría toda esta historia.
Ignorar a Ian se había convertido en mi hobbie, la verdad es que me burla de él todo el día porque era tan entretenido ver cómo se revolcaba de celos al no tener mi atención que me gustaba buscar excusas que aumentaran su agonía.
Todo comenzaba en las mañanas, salía a correr a como ya era costumbre con la diferencia de que mis audífonos iban en ambos oídos reproduciendo mis canciones favoritas a todo volumen. Los primeros días, él intentaba seguir mi ritmo y hablarme de cual tontería, pero al notar que lo ignoraba simplemente fruncía el ceño y se alejaba. En la secundaria era lo mismo, se sentaba muy cerca de mí, mientras yo simplemente me la pasaba hablando con mi mejor amiga, Jack o Dylan, aquel chico que por alguna extraña razón él intentaba matar con su mirada verdosa. En las noches cerraba mi ventana con la cortina abierta, colocaba mis materiales de estudio sobre la mesa y me enfocaba en dejar que el tiempo pasara; de vez en cuando sentía su mirada atravesando el vidrio, pero lo mejor era ignorarlo. ¿Quién diría que un simple "Me aburrí de ti" provocaría tanto enojo en Ian?
