Capítulo 11 |Nueva edición|

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Tres días antes...

Carta para mi yo del futuro:

Hey, guapa.

Probablemente estás leyendo esto porque necesitabas leer algo; ¿qué digo? te conozco y sé lo desordenada que eres. Sé que encontraste esto al fondo de tu gavetero ¿verdad? Me lo imaginé. Ambas sabemos que las cosas siempre pasan por algo; no es casualidad que hayas encontrado este papel, también conozco esa parte donde desesperadamente buscas algo que te haga sentir bien, por eso dejaré esto por aquí. No sé qué haces buscando entre todas tus cosas ¿buscas respuestas? ¿te sientes perdida? No te preocupes, seré breve:

¿Te han herido el corazón? ¿Otra vez? ¿en serio? ¿en serio, Kath? ¡Ay! ¿en serio? Dijimos que no nos iban a lastimar nunca más ¿qué sucedió? Ahora déjame adivinar ¿estás en posición fetal sobre tu cama llorando? ¡Levántate de ahí! Ya has llorado lo suficiente, limpia tus lágrimas y recuerda que uno queriéndose se cura sola. No continúes maldiciendo el amor, ambas sabemos que es lo más precioso de la vida, tampoco a los tipos que te lastimaron... ten por seguro de que un día llegará tu día de suerte y conocerás a ese sujeto que decida quedarse sin importa qué.

Duele ¿no es así? lo sé, pero no importa, aquí es donde ambas respiramos y decimos: "Estoy bien", justamente en este instante, con tus ojos llenos de lágrimas y la nariz como el reno de santa es donde te señalas con rudeza frente al espejo de tu habitación y nos dices:" Estas bien, estamos muy bien". Lo aprendimos desde muy pequeñas y nos ha funcionado. Esto no quiere decir que todo el tiempo estemos en lo cierto. Ven, no me dejes de leer al decir que esto es una ridiculez y tampoco te molestes, recuerda que te conozco aunque los años continuaron pasando. Te voy a pedir que continúes luchando. ¿Hay solución? ¡Ve! ¡Lucha! ¡Búscala sí así lo deseas! ¿No la hay? Entonces sigue moviendo tus piernas hasta llegar al otro lado de la línea y busca la manera de que todo tenga ese lado positivo. ¡Carajo! ¡Se nos va la vida, mujer! ¡No pierdas el tiempo sentada en la misma posición!

Por último, ¿has llorado? ¿has perdonado? ¿has fracasado? ¿has continuado? ¿te has levantado como si nada hubiera sucedido? Entonces continúa así, lo estás haciendo bien ¡lo prometo!... sigue viviendo, de eso se trata la vida ¿no? Pues bien, sigue luchando que un día llegará tu golpe de suerte y entonces te pediré una cosa más; no dejes escapar a la persona que hace más bonito tu mundo, al menos que él desee irse y si es así, recuerda seguir luchando, tomarte un tiempo y dejar de ser tan miedosa. Al final de los días nos volvemos miedosos, pero no a los efectos del amor, sino a las cosas nuevas que este nos hace sentir.

Vamos a estar bien.

Con amor, tu yo del pasado.

Doble la carta y guardé de esta dentro de un sobre para luego ocultarla entre los tantos capítulos de mi libro favorito, el cual sin duda alguna entraría a mi maleta como lo estaban haciendo todas mis cosas en ese preciso momento. Odiaba las despedidas, para mí eran como si un metal frío cruzara mi pecho. Odiaba ver directamente a los ojos de las personas, ver cómo sus facciones cambiaban y se decepcionaban. Odiaba sentirme así; vacía, triste, con la esperanza en el pecho de que todo fuera una broma, odiaba sentir falsa esperanza. Pero eso no impedía que me diera pequeñas palmaditas sobre el lado izquierdo de mi pecho y recordara que todo iba a estar bien, no estaba sola y quizás nunca lo estuve.

Cuando escuché pequeños toques en la puerta de mi habitación, me sentí aliviada por unos instantes. Rosalina recorrió toda mi habitación danzando sobre la punta de sus deportivos para terminar en un fraternal abrazo.

— ¿Todo listo? — negué — Que extraño.

— Oye...

— ¿Qué hiciste? — dejó a un lado las prendas que sostenía en sus manos para luego cruzar sus brazos y acomodar su delgado cuerpo en una de las esquinas de mi cama — Te escucho.

Juro enamorarte |BORRADOR|Where stories live. Discover now