Capítulo 19. "Harry".

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“No sé a dónde él se ha ido,

No sé en dónde ha estado,

Él es inquieto por las noches,

Él tiene sueños horribles.

Así que nos acostamos en la oscuridad,

Porque no tenemos nada que decir,

Sólo los latidos de nuestros corazones como dos tambores en la negrura.

No sé lo que estamos haciendo,

No sé lo que hemos hecho,

Pero el fuego se acerca,

Así que creo que deberíamos correr.

-Run – Daughter”.

Tragué saliva y miré ciegamente sus manos apoyadas en su regazo. Todavía llevaba puesto el vestido turquesa de la fiesta de la Universidad a pesar de que habían pasado casi dos días desde entonces, y yo todavía no me podía creer que la había visto pasar por una gasolinera. Y entonces la había seguido hasta aquí. Ella había estado, obviamente, un poco rígida al principio, pero al final había logrado que ella escuchara toda la historia sobre Michelle mientras se mordía las uñas, gesto que había visto usualmente en ella en el tiempo que la llevaba conociendo. Lo hacía tan frecuentemente como fumar. Incluso en la noche mientras dormía.

No era que la hubiera estado observando mientras dormía ni nada. 

Suspiró. –Así que ella no es tu novia.

-Nunca lo fue, en realidad –admití. Nos habíamos quitado los zapatos y estábamos sentados uno frente al otro en la cama. En la mesita de noche había una botella de Vodka entera destapada, y en el interior de su mochila un paquete de cigarrillos brillaba con la luz blanca proveniente del bombillo con un ventilador alrededor que no paraba de chillar. El lugar olía a viejo y a detergente para baños. 

-Entonces, ¿por qué dijo todas esas cosas? Sobre, tú sabes, que yo era una puta y que le habías mentido sobre la fiesta y todo –me dijo mientras se mordisqueaba la uña del pulgar. Ella no era del tipo de chica que se ponía nerviosa al hablar. No tenía tabúes, y eso me gustaba.

-Está algo obsesionada conmigo –le dije, aguantando una risita. –La verdad es que está loca.

-No –dijo con ironía, sonriendo torcidamente. Sonreí también.

-Pero te lo digo enserio. Tiene más cabello que cerebro… O algo así –hice una mueca. –El caso es que no quiero que pienses que ella me importa. Quiero decir, lo hace, pero como una amiga solamente.

-Pero si yo no me he ido por eso –me dijo suavemente, escupiendo un pedazo grande de su uña casi comida de raíz. –Yo en realidad no quería causarte problemas, Harry.

La tomé de las manos, sintiendo una extraña sensación de hormigueo. –Si tienes miedo de que estoy cortado por tu situación o lo que sea, no lo estoy. La verdad es que me… me agradas mucho, Lily –me gustas, deseaba decirle. Pero no estaba del todo seguro de que ella sintiera la misma atracción por mí como yo por ella. O tal vez ella de todos modos se iría por la mañana porque era de espíritu libre, y yo terminaría solo otra vez. Y no entendía el por qué me sentía tan solo.

-¿Enserio? –me preguntó, con una suave sonrisa apareciendo en su rostro. 

-Sí –hice una mueca, extrañado. -¿Por qué no lo harías?

Wild.Where stories live. Discover now