Capítulo 25: Hopelessly devoted to you *Parte 2*

Comenzar desde el principio
                                    

—Por favor.

—¿Cómo te fue en tu clase de diseño? ¿son productivas?

—Claro, solo que Elizabeth no asistió el día de hoy.

—Ah, ya veo, esa chica—contestó al comenzar a encaminarnos hacia el estudio—la castaña te sigue moviendo el mundo.

—Y para que decir que no—contesté al sentarme en el sillón que está frente a su escritorio y dejar la taza sobre él—invité a Elizabeth al baile—le dije al tomar el periódico—

—¿Baile? —preguntó mientras se ajustaba las gafas y veía unos documentos—pero si para tu graduación aún falta mucho.

—Pero para san Valentín solo queda un día.

—San Valentín—contestó al bajar los documentos—ni recordaba la fecha

—Ni tampoco recordaba tu fascinación por ese tipo de eventos, hasta donde recuerdo, ni siquiera te agradan.

—No hasta que la conocí.

—Oh por dios, toca un poco mi café, le hizo falta un poco de azúcar y tú estás que la derramas—contestó y me llevé la mano a la cara para encontrar un poco de paciencia por lo que dijo—

—¿En serio, Mike? —le pregunté al dejar de sobarme la cara y voltear a verlo—

—Uy, lamento que no tengas sentido del humor.

—Ja, ja, ja—le dije para que dejara de molestar—¿contento?

—Hasta el éxtasis—contestó y no pude evitar reír— ves, nada te cuenta seguirme el juego.

—Lo entiendo, por cierto, necesito pedirte un favor.

—¿Qué necesitas? —preguntó—lo que sea que necesites.

—Tengo ciertos problemas con algo que es respecto al baile—declaré—verás, invité a Elizabeth y aceptó ir, y créeme, aún sigo sin creerlo, pero, tengo un ligero problema con la palabra baile.

—¿Problema? —preguntó al voltear a verme—¿qué clase de problema?

—Se bailar, pero no con una pareja.

—Oh vaya, es ese tipo de problema.

—Sí, y sé que no hay nadie mejor que tú para ayudarme con ello.

—Por supuesto que te ayudaré, ¿cómo crees que me logré que tu madre se enamorara de mi? —dijo y en ese momento el timbre sonó—¿quién crees que sea? —preguntó—

—Espera, iré a ver—me puse de pie y salí del estudio para ir a revisar quien estaba en la puerta, y al abrirla me llevé una gran sorpresa, pues mi madre estaba tras de ella—

—¡Hola! —me dijo al darme un fuerte abrazo y entrar a casa—¿cómo estás?

—Hola mamá, estoy bastante bien, ¿y tú? —de lo mejor— terminé mi agenda del día bastante temprano y no he dudado ni un momento en venir a verlos—declaró—

—Me alegra bastante tenerte aquí, en serio.

—¿Y tu padre? —preguntó al dejar su bolso sobre la mesita y asomarse a la sala—

—Estamos en el estudio—le indiqué—vamos—comenzamos a caminar y al momento de que íbamos a entrar dio unos pequeños golpes a la puerta—

—¿Se puede entrar? —preguntó al asomarse y al momento de que Mike la escuchó se puso rápidamente de pie—

—Por supuesto que sí, adelante—caminó hacia nosotros y le acercó el sillón de al lado para que tomara lugar con nosotros—

—¿Cómo has estado? —preguntó mi madre al tomar asiento—

Ella (Segundo libro de Cartas a quien un día amé ♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora