martes, 29 de diciembre. 2015

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Era el día en el que se reunirían. Ellos no lo sabían, por supuesto, pero ese día ocurrían un par de cosas significativas.
Tae conocería al que sería su competencia y su mayor dolor de cabeza.
Joshua comenzaría a desarrollar sentimientos por alguien que quizá en un principio no los correspondería pero, en un año pueden pasar muchas cosas, ¿no creen?
Mina lidiaría con chico que sería ese famoso clavo que sacaba otro.
Hypatia descubría que existían relaciones en las que los sentimientos solo fluían en una dirección.
Troy conocería también al que sería su esposo (en un futuro muy lejano).

Claro que todo esto ocurriría con el tiempo, muy poco a poco. Porque así es como se rompen los corazones, con pequeñas cosas que terminan por matarte por dentro cuando son demasiadas.

Mina estaba ya preparada para la salida cuando llamaron al timbre. Le hacía ilusión volver a ver a Joshua y Troy. Reconocía que los chicos le habían caído bien. No solo eran agradables sino que también eran muy agradables a la vista ambos.

En la entrada se encontró a Hypatia y a Joshua.
Le resultó irónica la situación. Y desde un punto de vista objetivo resulta aún más irónico.
La chica griega estaba embelesada mirando al chico de cabellos azules. Seguramente le había gustado.
Y el chico no se daba cuenta de su mirada pues estaba mirando a la chica peruana que, también sin tener ni idea miraba a Hypatia.

— ¡Hola! —saludó alegremente después del silencio que se había establecido —. Joshua te presento a Hypatia. Y bueno, Hypatia, él es Joshua.

— Encantado.

— ¡Encantada! —dijeron al mismo tiempo.

Ay, sé podía notar el sentimiento. Por una de las dos partes, por supuesto. ¿He sido cruel? Lo siento. Me fascinan las ironías.

Joshua como todo un caballero las condujo hasta el coche prestando especial atención a la chica de cabellos negros. Abrió la puerta del coche para ambas y, cuando estuvieron dentro, dio la vuelta para sentarse en el asiento del piloto.

— ¡Culo gordo! —saludó Mina quizá un poquito emocionada.

Troy se sonrojó hasta las orejas de un modo adorable.

— Hola, Mina... No es tan gordo —aclaró poniéndose más rojo aún.
Mina e Hypatia tuvieron impulso natural de querer apretarle los cachetes. Tuvieron la suerte de poder controlarlo antes de que Troy las denunciara por acosadoras.

— Te presento Hypatia.

— ¡Hola! ¡Soy Hypatia!

Todos hicieron un faceplam. Hasta la misma Hypatia. Eso había sido un poco tonto.

— ¿Qué tal si ponemos un poco de música? —propuso Mina.

— ¡Sí! ¿Qué queréis escuchar?

— Solo pon la radio y que salga lo que quiera.

Todos estuvieron de acuerdo y entre bromas por la torpeza del conductor, que no conseguía acertar, la radio fue encendida. Comenzó a sonar Break the rules de Charlie XCX.
Era de 2014 pero todos estuvieron encantados de oírla pues comenzaron a motivarse y hacer el tonto mientras fingían bailarla con pasos tontos que solo quedaban ridículos en esa situación... y época.

Cuando la canción terminó ya habían llegado a la plaza.

Tae ya se encontraba en ella. Había llegado con antelación debido a que tenía miedo de llegar tarde y que estos al venir en coche estuvieran a solas y floreciera algo más que un sentimiento de amistad entre ellos. Se reprendió por ser un maldito celoso pero no podía evitarlo. Ella no era nada suyo y eso quería decir que todo el quisiera algo con ella realmente podía tenerlo si ella quería porque no eran nada.

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