Capítulo 30

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Capítulo dedicado a yinn02, muchas gracias por tu último comentario, por cosas así una se anima a seguir escribiendo!

Lea

Miro mi reflejo en el espejo y sonrío. Froto mis manos sobre mi barriga y comienzo a hablarle a mi pequeña.

-Hola Rachel, más te vale salir prontito de aquí, ya sé que estás muy a gusto pero mamá no puede más contigo, pesas demasiado, y luego me duele la espalda.

Suelto un pequeño suspiro y comienzo a caminar a duras penas hacia la cocina. Hace 1 semana que salí de cuentas y no espero la ahora en que mi pequeña Rachel nazca y poder cargarla entre mis brazos. Hago todos los ejercicios que me manda el médico para inducir el parto de forma natural, pero nada.

Llego a la cocina y cojo un plátano antes de salir al exterior y saludar a mis amables vecinos. El señor y la señora Robinson, ambos son muy amables y desde que llegué aquí se han convertido en mi segunda familia. 

Me ha hecho bien desconectar, alejarme de todos y todas y volver a empezar de nuevo, ser una desconocida.

No voy a negar que echo de menos a mi familia, pero se que el mantenerme alejada de ellos me ha vuelto independiente, y es algo que necesitaba para convertirme en una buena madre.

-Hola señora Robinson

-Hola cariño, ¿qué bonito día hace hoy, verdad?

Asiento con la cabeza y sonrío. Apoyo mis manos en la espalda y camino hacia ella. La señora Robinson es una amante de la jardinería, y como todas las mañanas, se dedica a cuidar sus flores.

-Esas azules de ahí me encantan

-Cuando nazca tu pequeña serán las que escoja para llevártelas al hospital

Sonrío con dulzura y asiento animada. Siempre está cumpliendo cada uno de mis caprichos y cuidando de que todos los días esboce alguna que otra sonrisa.

Es normal que trate de hacer esto, el primer día que me vió era un alma en pena. Ni si quiera salía de casa, me refugiaba en el interior y lloraba hasta quedarme dormida. Comía sólo porque no quería perder a Rachel, pero si no fuera por ella no habría ninguna otra razón que me hiciera mantener algo de cordura.

-Tienes la barriga muy abajo, estás a puntito mi niña

-¿Tu crees?- pregunto con ilusión, la señora Robinson asiente con la cabeza- me muero de ganas de verla.

-Y yo mi cielo, será para mi como la nieta que nunca tuve

Agarro su mano y la llevo hacia mi barriga.

-Lo será



Pongo la música a todo volumen y comienzo a pintar otro de mis cuadros. He descubierto que la pintura se me da bien, y cuando puedo llevo algunos de mis cuadros al mercadillo y saco un dinero que sirve como ayuda a final de mes. No vivo con todos los lujos del mundo, y no porque mis padres se olvidasen de mi, sino porque quiero vivir por mi misma. Me gusta esto de tener que ganarme yo mi dinero, y si me veo muy apurada cojo algo del dinero que me mandan papá y mamá, pero la mayoría se va a una cuenta que he creado para Rachel.

Tarareo la canción que suena en la radio mientras muevo el pincel delicadamente.

Pero de repente la música se para y levanto mi vista para encontarme con el señor Robinson.

-Cielo, afuera hay un chico que pregunta por ti, supuse que estarías haciendo esto así que le dije que entraría a mirar por si acaso.

-Muchas gracias señor Robinson

Déjame Vivir #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora