Déjame Vivir #Wattys2017

Capítulo 18

Jugueteo con las manos de Kurt mientras observamos el fuego. Después de cenar hemos hecho el amor, y ahora nos hayamos completamente desnudos, frente a la chimenea, observando la madera arder de la misma forma que arden nuestros cuerpos cada vez que entran en contacto, una sensación del todo perfecta.

Kurt se suelta de mis manos y lleva las suyas hacia mi melena, comenzando a jugar con ella, provocándome una dulce sensación de confort.

-Tenías razón...- digo

-¿Con qué?

-Sobre esto..., decías que me ayudaría a olvidar y claramente lo estás logrando- me doy la vuelta y me siento sobre su regazo.

Coloco mis brazos sobre sus hombros y lo miro directamente a los ojos.

-Llevaba mucho tiempo sin sentirme así, tan completa..., tu sacas a la Lea del  principio, no la que se quedó hecha cenizas.

El sonríe mientras retira un mechón rebelde que se cuela frente a mis ojos.

-¿Ni si quiera tu amigo el rubiales logró esto?

Me río y niego con la cabeza.

-Con él ni si quiera llegué a estar así- señalo mi cuerpo desnudo y el sonríe con lo que parece satisfacción.

-Desde cuando...

-¿Desde cuando no me dejaba tocar así?

El asiente.

-Desde que mi ex me rompió el corazón, pero ahora puedo decir que estoy completamente curada...

-¿Por qué lo dices?

Miro sus penetrantes ojos verdes y me atrevo a decir la verdad, tal y como la Lea auténtica haría.

-Porque antes pensaba en él y mi corazón dolía, ahora cuando pienso en él siento indiferencia, y todo gracias a...ti.

Coloca las palmas de sus manos a ambos lados de mi cara y acerca su rostro al mío para comenzar a besarme de esa forma que tanto me gusta.

Comienzo a hacer pequeños movimientos y el sonríe deteniendo el beso.

-Veo que tienes ganas de más...

-Contigo nunca me canso- cojo su miembro con mi mano y lo introduzco en mi interior.

Comienzo a moverme marcando yo el ritmo en esta situación, dejándome llevar por la pasión que sólo Kurt es capaz de hacerme sentir, dejándome llevar por estos sentimientos que me pueden destruír, pero que tanto me gustan sentir.

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Me despierto a causa de la luz que golpea sobre mi rostro. Mi mano se va al otro lado de la cama y confirmo que no hay nadie a mi lado. Me levanto de la cama y voy hacia la cómoda y cojo una camiseta de Kurt.

Está tan fuerte y es tan alto que esta cae sobre mi cuerpo cubriéndome hasta las rodillas, podía llegar a usarla de vestido.

Bajo las escaleras y lo busco en la cocina, pero no hay rastro de él. Entonces escucho el sonido característico de un hacha cuando corta la madera, y al salir al exterior confirmo que mis sospechas eran reales, Kurt está cortando leña, con una camiseta de sisas que aún lo hace mucho más sexy, dejando al descubierto todos esos tatuajes que me enloquecen, y por los que empiezo a sentir cierta admiración.

-¿Ya has admirado lo suficiente?- dice con socarronería.

Me encanta este lado de Kurt, aquel alegre y vacilón, un lado completamente distinto al frío que trataba de mostrarme al principio.