Capítulo 20

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LEA

-Entonces..., ¿nos vamos ya?
Kurt me mira y con cara de pena termina asintiendo.
-Lo siento estirada, pero a pesar de que me tiraría aquí todos los días de mi vida, tenemos que volver, tu obsesión con la perfección no nos permite seguir aquí, no  quiero imaginar lo desquiciada te volverías con muchos más días de retraso en la universidad.

Omito todo lo que ha dicho excepto aquellas palabras " me tiraría aquí todos los días de mi vida". Creo que mi corazón casi sale de mi pecho ante el sonido de esas dulces palabras.

-Oh no, no me gusta esa sonrisa...-dice el con una sonrisa de medio lado, esa que tanto lo Caracteriza- ¿Qué está pensando esa cabecita pervertida?

Me encojo de hombros y jugueteo con los cordones de la sudadera de Kurt, es increíble lo grande que me sienta su ropa, hecho que a el le resulta gracioso y tierno.

-Nada, solo que sin darte cuenta me lo dices todo, y me gusta.

El me mira confuso pero decide no seguir preguntando. Me hace una señal con la cabeza y nos subimos al coche. Dejando atrás esta semana increíble y que sin ninguna duda volvería a repetir.

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-Bien, hemos llegado- dice Kurt en cuanto aparca el coche en frente de mi casa.

-¿De verdad que no quieres entrar?

-No tengo muchas ganas Lea, además tengo que ir por casa, mi madre estará preocupada, ya sabes.

Ni si quiera me mira cuando dice todo eso. Yo solo me limito a asentir antes de salir del coche y coger mi bolso. Me acerco a la ventanilla del copiloto y le hago una señal para que la baje. El lo hace pero sigue mirando al frente. Su actitud me preocupa.

-Kurt, ¿estamos bien, verdad?

El suspira y aprieta el volante. Su cabeza se gira y sus penetrantes ojos verdes impactan sobre los míos.

-¿A que se debe esa pregunta?

-A tu actitud, no quiero creer que toda esa semana me has engañado y has estado fingiendo sentimientos que en realidad no son, así que dime Kurt, ¿lo de esta semana se queda allí y nada más? ¿No hay ningún avance entre nosotros?

El traga profundamente, cierra los ojos e inspira. Los vuelve a abrir y me sonríe, no como las otras veces, es una sonrisa falsa, como las que me dedicaba al principio.

-Lea estoy cansado, es solo eso, y no, no te he engañado, me he mostrado tal cual soy y me he abierto a ti estos días porque así lo quise, así que no te preocupes estirada, no te vas a librar de mi.

Sonrío satisfecha con la respuesta y me adentro en el interior para robarle un beso. Cuando voy a salir de nuevo el me detiene agarrando mi brazo.

-Mañana tengo una carrera importante, ¿vendrías a verme?

Trago saliva. Los recuerdos de la última carrera a la que fui se agolpan en mi mente. Pero se que esta vez será distinto, sale de el invitarme, no soy la que me presento allí por sorpresa, lo que es un gran paso.

-Está bien, iré - el sonríe con mi respuesta e impacta sus labios contra los míos.

Gimo ante el contacto desesperado de nuestros labios y sin dudarlo me subo sobre el.  Comienzo a hacer pequeños movimientos encima suya cuando un golpeteo en el cristal nos detiene.

Giro mi cabeza y me encuentro el rostro enfadado de mi madre.

-Mierda, mi madre...

Kurt se remueve incómodo y yo le echo una última mirada antes de salir del coche.

Déjame Vivir #Wattys2017Where stories live. Discover now