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– ¿En serio pensaste que era casado?

– Sí, eran tan raras esas reglas que pensé que las tenías por temor a que tu esposa descubriera tu secreto.

– Ay corazón, tienes una mente muy creativa, pero te equivocaste, sí estuve con mi familia, pero con mis padres y mis hermanos.

– Jamás se me ocurrió.

– Por cierto, tú no me has contado nada de tu familia.

– No hay mucho que contar, soy hija única, mis padres se divorciaron cuando yo tenía cinco años y viví con mi madre, hasta los dieciséis, cuando se casó por segunda vez me fui a vivir con mi papá, hasta que terminé la carrera y luego me fui a Nueva Jersey por el trabajo, pero ellos son muy fríos, hace mucho que no hablamos, mi mamá viaja constantemente porque su esposo es jugador deportivo y mi papá es empresario en México, así que siempre está ocupado y también volvió a casarse hace año y medio.

– Me apena escuchar eso, no tienen idea de la magnífica hija que tienen.

– Gracias, pero nunca fui prioridad en sus vidas, ambos son muy egoístas.

– Que mal, la familia es muy importante, quizá deberías tú de dar el paso para acercarse a ellos, estoy seguro que te aman.

– Supongo que sí, pero no sé, me cuesta trabajo acercarme a ellos, a pesar que viví con ambos son prácticamente desconocidos para mí, los veía muy poco.

– Deberías hacer el intento, me gustaría conocerlos pronto.

– Lo intentaré, pero no te prometo nada.

Finalmente llegamos a Miami, tomamos un taxi y Bruno le dio la dirección. Al llegar, y mientras bajaban las maletas de la cajuela, observé la casa y quedé maravillada, era enorme, de tres pisos y una fachada blanca de portada de revista de arquitectura. Un sirviente salió y metió las maletas, Bruno entrelazó su mano con la mía y entramos.

Caminamos por un largo pasillo y en ambos costados había varios autos último modelo de diversas marcas y colores. Llegamos a la sala que era bastante amplia y en un lado había una escalera de caracol, yo sentí que los nervios me inundaron por completo al ver a toda su familia de pie esperándonos, Bruno notó mi nerviosismo porque me temblaba la mano y me la apretó con fuerza dándome confianza mientras sentía la mirada de los seis– integrantes que parecían estarme analizando.

– ¡Bruno!, llegaron justo a tiempo, el ensayo pronto comenzará – exclamó Jazzy entusiasmada y corrió a abrazarlo.

– ¿Y cómo creías que me lo iba perder, duendecillo?, el padrino tiene que estar presente.

– ¡Qué emoción!, la madrina también ya llegó – se soltó de Bruno y luego me abrazó a mí – que gusto de verte Tori, que bueno que sí viniste, por cierto, tú y yo tenemos una conversación pendiente – señaló y yo la miré asustada, pero ella me sonrió.

– Hermanita, por favor, déjame abrazar a la mujer que por fin ha hecho sentar cabeza al Casanova de mi hermano – dijo Jaxon sonriendo y Jazzy se apartó, me sentí tan pequeña envuelta en esos musculosos brazos – que gusto volver a verte y más de saber que eres novia de Bruno, pensé que se nos quedaba solterón el muchacho – se separó y puso sus manos en mis hombros – ya ves lo que dicen Victoria, hermano saltado, hermano quedado – añadió en tono divertido.

– Jaxon, compórtate, ¿qué va pensar Victoria de tus afirmaciones? – intervino su mamá, que me dio una tierna sonrisa y también me abrazó – bienvenida linda – añadió amablemente.

– Pues, son la pura verdad, yo ya hasta estaba pensando en rifarlo, no sabes el susto que me dio cuando Jazzy anunció su boda y este hermano mío sin novia, no, no podía haber un solterón en la familia, ¿qué iban a pensar de él?

–Jaxon ya basta, por favor – dijo seria su mamá después de soltarme.

– No se preocupe señora, es mejor ir conociendo la personalidad de cada uno.

– Bernie , por favor, dime Bernie y háblame de tú, hija.

– Está bien, me costará trabajo, pero lo intentare... Bernie .

– A mí también dime Peter , por favor, no me gusta que me hablen de usted, me hace sentirme viejo y aún no lo estoy – señaló y también me abrazó.

– Gracias por el recibimiento – dije abrazándolo todavía.

– No tienes nada que agradecer, eres la novia de Bruno y es lo menos que podemos hacer para agradecerte que estés aquí en un evento tan especial para la familia.

– Al contrario, gracias por la invitación.

– No tienes nada que agradecer Victoria, yo quería que estuvieras aquí y eso que aún no estabas con mi hermano, pero tuve un presentimiento y no me equivoqué – dijo Jazzy y después soltó una risita traviesa.

~Q6r+

EXTASISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora