Capítulo 11

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     Cuando me desperté, la cabeza me dolía horrores. Parecía que alguien estuviera dándome martillazos sin yo enterarme. Cogí el móvil de la mesilla para mirar la hora, las 11.30 de la mañana. Hacía tiempo que no me despertaba tan tarde.

Presté atención a la pantalla del móvil cuando me incorporé, sentándome en la cama. Tenía llamadas perdidas de Yoseob y de Jackson.

- Jackson...-susurré. Solo ver su nombre en el registro de llamadas hizo que se me acelerara el pulso.

La noche anterior... ¿Realmente había pasado?¿Jackson me había besado? Era difícil de creer. Pero aún sentía sus labios en la comisura de los míos. Agarré mi labio inferior y lo apreté hasta dar un pequeño grito de dolor. Sí, era real. Todo había sido real.

Si todo había sido real implicaba que también había hablado con Kikwang. Bueno, "hablar". Y él se había peleado con Jackson. ¿Estaría bien?¿Jackson se habría recuperado del golpe en el estómago?

Además estaba aquella última foto en instagram de Kikwang. "Aún me importas" era su pie de foto. ¿Me lo decía a mí? Era obvio que hacía meses que me mandaba indirectas a través de sus actualizaciones en instagram. Pero esta vez era un mensaje que no esperaba.

Me dejé volver a caer en la cama y hundí mi cabeza en la almohada. Recordaba que Kikwang le había dicho a Jackson que no me tocara. ¿Estaba celoso? Aunque por la situación parecía más protector que celoso. Aún así, ¿por qué? Él me odiaba.

- ¡¿Por qué todo es tan complicado?! -grité en la almohada.

- ¿Estás despierta? -preguntó Lizzie detrás de la puerta.

- Sí, pasa. -contesté mientras me volvía a incorporar. Lizzie entró en mi habitación con un vaso de zumo y se sentó a mi lado en la cama.

- Buenos días. Toma, te vendrá bien. -dijo ofreciéndome el zumo. Su teoría defendía que después de beber una noche a la mañana siguiente tienes que tomar zumo para desayunar y mucha agua durante el día.

- Gracias. -agradecí agarrando el vaso y dando un sorbo.

- ¿Qué pasó anoche? -preguntó Lizzie, tan directa como siempre.

- Me duele la cabeza, no quiero hablar de eso.

- Andrea... Hay aspirinas en la cocina, en el armarito donde guardamos las medicinas.

- Luego tomaré una.

- Bien. Ahora cuéntame.

- Lizzie, de verdad... -murmuré antes de beber otro sorbo.

- Tengo que saberlo para poder vivir. -dijo muy seria- Sabes que soy una amiga un tanto cotilla.

- Lo sé. -dije sin poder evitar reírme.

- Sea lo que sea que pasó, anoche cuando volviste al hotel pude ver tu cara y estoy segura de que es algo que te ha hecho estar toda la noche despierta.

- A veces la confianza da asco. -contesté terminándome de un trago el zumo y dejando el vaso en la mesilla de noche.

- Así que tengo razón.-dijo Lizzie orgullosa.

- Como siempre. -contesté sacándole la lengua.

- Entonces cuéntame. Te desahogas y luego puedo intentar ayudarte.

- No sé... -dije mientras jugaba con la sábana. Habían pasado demasiadas cosas en una noche. Kikwang me había hablado. Kikwang se había peleado con Jackson. Kikwang había dejado de estar en mi mente por unos minutos, mientras yo me dejaba besar por Jackson.- ¡Ajj! -grité frustrada, apartando la sábana y abrazándome las rodillas. Lizzie me rodeó los hombros con su brazo.

║ El Chico Selfie ║ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora