Capítulo 1

150 6 6
                                    

     Era de esperar que estuviera perdida, vagando sin rumbo, en mi primera toma de contacto con Corea. Llevaba una semana con el grupo de viaje y no había hecho ninguna amistad, solamente había conseguido intercambiar un par de conversaciones con una chica que tenía más o menos mi edad y resultó ser de Madrid, la cual aunque hablaba algo de coreano me solía pedir ayuda a la hora de comprar. Pero en ese momento estaba sola, en el primer día libre, sin saber a dónde ir ni qué hacer sola en Seoul.

    Decidí explorar un poco la ciudad por mí misma en un acto de valentía. Explorar por los alrededores del hotel, pero explorar al fin y al cabo. Tampoco era plan de perderme.
En una manzana trasera había un parque con columpios y zonas verdes de gran belleza, y aunque ya había estado allí como punto de encuentro con los del viaje, nunca había estado sola. La tranquilidad que sentía al caminar por ese parque sola era inmensa. Cabe decir que me sentía como en un kdrama.

    Tras sentarme un rato en uno de los bancos del parque, viendo jugar y corretear a los niños acordándome de una de mis mejores amigas (a la cual le encantaría poder llevarse uno a casa) y haciendo deporte a toda clase de gente, me fijé en las pequeñas tiendas que rodeaban los edificios del alrededor. Muchas tiendas de ropa en las que no me atrevía a entrar bien por el dinero que pudieran costar, bien por el miedo a las conversaciones que pudieran surgir con las encargadas. Odiaba mirar tiendas sintiendo el acoso de los dependientes. También había alguna tienda de accesorios, un pequeño supermercado y varias cafeterías.

      Una pequeña cafetería me llamó la atención. Más bien su letrero. 'Coffe Dream' era el nombre que adornaba un bonito letrero cuyo fondo parecía una nebulosa en medio del universo, todo en tonos violetas y de la gama. Aunque me hizo acordarme de una clase de coreano en la que hablamos de los 'cafés tarot' donde te leían el futuro al acabar tu taza, realmente me llamó la atención. Tampoco es que tuviera mucha hambre pero un café nunca estaba de más, y todavía no había tenido la ocasión de tomar uno en condiciones en Seoul.
Tras armarme de valor y comprobar si llevaba bastantes wons, me encaminé al pequeño establecimiento.


      La primera impresión fue extraña. La iluminación no era tan oscura como pensaba que sería, de hecho había un par de tragaluces bien situados que daban una claridad acogedora sin resultar deslumbrante. Las paredes eran de un violeta pastel muy suave, que daba sensación de amplitud a pesar de que el sitio no podía tener más de veinte mesas. Con pocos adornos y unos camareros vestidos con vaqueros y corbata, la cafetería parecía bastante sencilla, contradiciendo la idea que daba su cartel.

      La clientela era bastante diversa: una pareja de ancianos que disfrutaban de un par de cafés y compartían un trozo de pastel, una joven adulta que parecía echar estrés por los poros mientras apuraba su café y aporreaba el teclado de su portátil, unas adolescentes que hablaban un poco alto sobre sus manicuras y lo divino que era el salón donde se la hicieron, algún chico atractivo en las mesas de dos que no pude mirar más de dos segundos para evitar parecerme a un tomate... No estaba lleno el lugar ni había bullicio, pero se podían oír las conversaciones de algunos prestando atención al susurro que se percibía.

     Me senté en una pequeña mesa en una esquina al lado de una cristalera que ocupaba prácticamente toda la pared. Se veían a través de ella los árboles del parque moverse con la brisa del viento, los niños jugando a lo lejos y la gente que pasaba frente a la cafetería ni siquiera dedicaba un segundo a observar el interior. La gente en Corea parecía ir siempre con prisas.

     Una camarera extranjera apareció de la nada, pues no me había percatado de su presencia hasta ahora. Morena con un mechón de pelo verde, algo bajita y muy mona. Llevaba también una corbata como los camareros coreanos, pero la suya estaba claramente cortada a tijeretazo limpio de forma que le quedara por encima del pecho.

║ El Chico Selfie ║ ©Where stories live. Discover now