Dolor en el alma

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Advertencia: Los personajes de Candy Candy son propiedad de Misuki e Igarashi, usados en este fic sin fines de lucro.

Historia Ficticia. Todos los personajes nuevos son de exclusiva invención de esta autora.

Capítulo XLI

Dolor en el alma

Candy despertó en una cama en el hospital, junto a ella un Terry que dormía sentado a su lado y apoyado en la cama, sostenía su mano

--Mi amor... ¡ay!-- se quejó Candy

--¡Despertaste!-- dijo Terry al sentirla. El no dormía, solo descansaba un poco

--Sí... ¿Qué me pasó?... ¡ay!... me duele-- dijo Candy tocándose el bajo vientre

--Llamaré a la enfermera-- dijo Terry y sin esperar a nada, salió en busca de ayuda, regresando al los minutos con una enfermera y Kelly

--Ya estás despierta Candy... ¿Cómo te sientes?-- Preguntaba Kelly mientras tomaba nota de los signos vitales de la rubia

--Siento dolor en todo el cuerpo, pero más aquí-- dijo señalando su bajo vientre-- ¡mi hijo!-- exclamó de un momento a otro la rubia y Terry se puso en alerta-- Terry... ¿nuestro hijo?-- cuando preguntó directamente a su marido, Terry la miraba lleno de dolor y ella entendió-- ¡lo perdí!... lo perdí... perdí a nuestro hijo-- dijo ya en medio de un doloroso llanto. Terry se acercó a ella y abrazándola le dijo

--Fue un accidente pecosa, un lamentable accidente, pero con el tiempo podremos volver a intentarlo-- decía en medio de sus propia lágrimas. Lágrimas que nacían primero por la pérdida de su preciado tesoro y luego el llanto de Candy, que transmitía tanto sufrimiento... tanto dolor. Ella que había sufrido tantas penas en su vida, ahora que todo tomaba un camino a la felicidad, sucede esto, pero él no se lo perdonaría nunca...

Cuando Candy se calmó, Kelly le informó que afuera estaba su familia

--¿Deseas que te visiten Candy?-- quiso saber Kelly

--Albert... quiero ver a Albert-- dijo la pecosa y Kelly salió. Terry no se movió de su lugar al lado de su mujer

--Ahora que te medicaron, ¿sientes menos dolor?-- Terry hablaba tiernamente a Candy acariciando su vientre

--Ya está pasando, seguro en unos minutos ya me sentiré mejor... pero el dolor aquí-- dijo la pecosa con sus ojitos anegados en lágrimas indicando con su mano en su pecho a la altura del corazón-- este dolor no creo que pase nunca-- Terry la miró y sus lágrimas brotaron también, pensando en lo que era y que ya no es

--Pecosa hermosa, estamos juntos y eso tiene que ayudarnos a superar este dolor tan grande que sentimos en nuestro pecho

--¿Lo superaremos algún día amor mío?

--Sí mi vida. Lo superaremos...

--Toc-toc-- fueron interrumpidos por el toque en la puerta

--Adelante-- dijo Terry, viendo que inmediatamente entraba Albert

--Pequeña-- fue todo lo que pudo decir el rubio antes de abrazar a su hermana-- no tengo palabras para poder animarte Candy, me siento inútil en este momento-- decía mirando a los ojos de la pequeña rubia

--No creo que exista algo que pueda animarnos Albert-- dijo Candy y Albert percibió el dolor en sus palabras, se acercó a Terry y lo abrazó como al amigo que era, y Terry vació su dolor en el hombre que lo sostenía en ese momento (aconsejo escuchar la canción Era en abril, para las que no la conocen, y así entender un poco lo que sentían nuestros rebeldes en este momento)

Te llevas mi corazónWhere stories live. Discover now