28 de enero

3.2K 172 32
                                    

Advertencia: Los personajes de Candy Candy son propiedad de Misuki e Igarashi, usados en este fic sin fines de lucro.

Historia Ficticia. Todos los personajes nuevos son de exclusiva invención de esta autora.

Capítulo XL

28 de Enero

Elisa, ahora señora Adams, no podía creer que ya estaba casada. Su padre preso y Neal desdichadamente enamorado.

El matrimonio Adams, seguía en la ciudad de Chicago, que era donde James mantenía la casa matriz del banco y todos sus negocios, uno de los cuales hacía sufrir en demasía a su mujer, Tom Stevens, había hecho negocio con James Adams... el banquero nunca se dio cuenta de lo que hubo entre su mujer y el joven Stevens. La granja del padre de Tom, tenía fama de muy buena producción de leche, pero no había podido salir del pueblo con su mercancía, ahí es donde los recursos y el buen ojo de James entraron a salvar la situación. El disponía de dinero suficiente como para hacer llegar la leche a la estación y en pocas horas a Chicago, eso expandía el negocio y los dos ganaban. La gran perdedora era la señora Adams, ya que de alguna manera procuraba encontrarse con Tom y trataba de que él volviera con ella, claro está en condición de amante

--Tom-- le decía Elisa un día en el banco-- todavía tenemos una oportunidad

--No me diga eso señora Adams-- decía Tom con indignación-- es una mujer casada... respétese

--Pero eso no es un problema... yo aún te amo

--¡Pero yo no!-- dijo Tom-- dejé de hacerlo, cuando no hiciste nada para que no te comprometieran

--¿Qué querías que hiciera?

--Con haber dicho no... hubiese bastado para mí... hubiese luchado por ti contra todos, aún en contra de tus padres, ¡pero no!, era más fácil obedecer y aceptar un anillo en tu dedo-- dijo Tom, y se retiró del lugar

Elisa ya era la mujer de James, el día de su boda no podía hacer nada para que su esposo no tomara lo que por derecho le correspondía. El hombre, la había tratado con delicadeza y hasta ternura, pero ella en lo único que pensaba en ese momento, era en Tom. El joven granjero, no salía del corazón de Elisa, aunque ella trataba por todos los medio de olvidarse de él, o por lo menos no pensarlo, pero el amor que había nacido entre ellos era verdadero y puro, de esos que pasan por nuestro lado solo una vez en la vida y ella no supo cuidarlo. En cambio Tom, había recibido una estocada directa a su corazón y aunque le estaba costando, Cristina lo ayudaba día con día a sanar esa herida, y olvidar el mal amor del que había sido presa.

En navidad, Cristina había invitado a Tom a la casa de sus padres para pasar las fiestas, el joven había aceptado y una vez llegaron fueron recibidos por unos amorosos padres y un trío de serios hermanos

--¡Hija!-- exclamó la madre en español-- que alegría verte

--Mamá, papá... les he extrañado tanto-- respondía Cristina siempre en español abrazando a sus padres. Y tomándose un momento de confianza saludó a sus hermanos que veían a Tom con "cara de pocos amigos"-- ¿Qué pasa? ¿No me van a saludar?-- dijo la chica con los brazos estirados hacia los tres hombres

--Cristina-- dijo Leandro abrazando a su hermana, seguido de Antonio y Oscar

--Familia, quiero presentarles a Tom Stevens-- ahora comenzaron a hablar en inglés-- mi novio

--Mucho gusto joven, soy Teresa-- dijo la madre acercándose a Tom y presentó a sus hombres-- él es Joseph

--Bienvenido joven-- dijo el hombre saludando a Tom

Te llevas mi corazónWhere stories live. Discover now