Capítulo XV

573 32 0
                                    

           

*_________*

Cuando por fin volteó, lo hizo con los ojos cerrados, las manos impacientes.

—_______— susurró, abriendo los ojos, mi corazón iba a estallar

—Liam y yo... Liam y yo... — murmuré, no quería contenerlo más tiempo entre los dientes, pero no podía terminar la frase, él me miró con los ojos colmados de pesar.

Y de pronto, colapsó. Cayó de rodillas, dándose un fuerte golpe en estas, con los brazos a los costados, en puños, mirando el piso. Me asusté y me agaché rápidamente, le alcé la cara tomando su barbilla.

Los ojos tenían un extraño resplandor: cristalino, estaban llenos de angustia, acongojados; sorprendidos e increíblemente abiertos, entre las pestañas relucían pequeñas gotas de agua.

—________... si has venido a decirme que te vas con él, por favor, solo hazlo... o mejor no, no tenías que hacerlo, es suficiente...— la voz resquebrajada y las manos temblando, le rodaban ríos por ambas mejillas

—Joe...

—No, por favor, no más— sollozó, pasando una mano por su cabello, enderezando la espalda un poco— Evans, me enamoré de ti en el momento en el que cruzaste la puerta ese primer día, no pude dejar de mirarte desde ese entonces, pero ¿sabes por qué? — dirigió los ojos hacia otro lado— porque al principio encontré un parecido en ti con Emily increíble— fruncí el ceño— con el paso de los días me di cuenta de lo equivocado que estaba, no eres para nada como ella y tu amistad cerró por completo era herida— explicó— llegaste solo para agregarle luz a mi vida y tu presencia en ella... es lo más grato del mundo...

Estiré una mano tomé su mejilla, acariciando el rastro de barba que había debajo, limpiando el agua.

—Y entiendo si Liam es lo que buscas, porque yo no puedo hacer en unos meses lo que él hizo en años...

—Joe... yo— mi teléfono comenzó a sonar, miré la pantalla: Anna.

Volví a la realidad de golpe, recordé a Nick llegando a emergencias, mi desesperación y el porqué de mi visita en ese lugar, contesté.

—¿Si?

—________, Nick salió de cirugía, está en la UCI, yo no puedo pasar, necesita ser su médico o algún familiar, dime que encontraste a Jonas— hablaba nerviosa y rápido

—Sí, aguanta un poco más— colgué el teléfono y miré a Joe, de ojos tristes— Joe, necesito que guardes la calma con lo que te voy a decir, debes actuar con discreción y comunicárselo a tus padres— sabía que estaban afuera— y a tu hermano.

...

Joe viró en una calle rápidamente y provocó que me fuera de lado.

—Sigo aquí atrás— le recordé, mientras me subía los pantalones de la pijama. Joe no me había obedecido del todo, había salido rápidamente y había telefoneado histérico, comunicando el estado de su hermano menor. Me había arrastrado al auto con él, sin decirme nada y me había pasado una pijama quirúrgica y un par de converse nuevos que tenía en la maleta de la cajuela.

Estaba limpia, y, sorprendentemente, me quedaba, igual que los tenis, que eran de mi talla, aunque no era momento de preguntarme el por qué, me iba cambiando en la parte trasera del auto y me había golpeado la cabeza contra el vidrio con el violento movimiento del auto.

—Lo siento— gruñó

Cuando aparcó, salté fuera del auto y caminé (o prácticamente corrí) con él a lado. Llevaba el moño mal puesto y la camisa arremangada.

Todas las noches de mi vida [J.Jonas]Where stories live. Discover now