Todas las noches de mi vida [J.Jonas]

Capítulo IX

           

Desperté, plácidamente acurrucada contra alguien calientito, abrí los ojos poco a poco y me encontré con su cuello, podía distinguir su pulso, y debajo su pecho, que subía y bajaba lentamente, me tenía abrazada con ambos brazos, con nuestras piernas entrelazadas y su barbilla descansando en mi coronilla.

Deslicé mi dedo índice por la línea que había entre los pectorales y seguía hacia su abdomen marcado, la piel suave y con un ligero rastro de sudor. Él se movió ligeramente.

—¡Hey, hey, hey, heeeeeey!— un grito nos hizo despertar completamente y saltar de nuestra posición— Buuuuuuenos días

—¿¡Qué demo...!? — gruñó Joe, tapándose los ojos con la sombra de una de sus manos en el momento en el que un muchacho de cabello rizado abría las cortinas de sopetón, con Nick siguiéndolo

—Buenos días, tortolitos— dijo el muchacho que abrió la ventana, quién supuse sería el hermano mayor de Joe

Tenía una sonrisa espectacular y el mismo cuerpo fornido de los otros dos, compartía el cabello con Nick y venía vestido con un pants y una camiseta sin mangas. Cerré los ojos fuertemente y los comencé a ajustar a la luz que entraba por la pared de vidrio.

Bufé y me agarré el cabello con ambas manos.

—¡Uy! _______ te ves horrible— dijo Nick, sentándose junto a mí

—¿Qué demonios hacen aquí?

—Bueno... Nicky dijo que anoche te encontró con una muchacha semidesnudo y yo solo quería confirmarlo, ya sabes, es mi deber— río el otro hombre

—__________, te presento a Kevin, mi hermano mayor, no es mejor que Nick ¿eh? — dijo Joe con fingido desprecio

—Hola...— murmuré con voz rasposa y saludé con la mano, a cambio Kevin me jaló y me besó ambas mejillas, dejándome un poco aturdida

—Perdona, estoy un poco emocionado, hace tanto tiempo que Joe está solo y tu...— dejó la frase inconclusa

—Aunque ya sabes que hay opciones— agregó Nick guiñándome un ojo

—¿Podrían darnos... darnos un poco de privacidad? — pidió Joe con una sonrisa tensa

—Oh... claaaaro— dijo Kevin, riendo

Nick se despidió con un saludo militar y Kevin le indicó a Joe lo mucho que lo aprobaba alzándole ambos pulgares, yo reprimí una carcajada mordiéndome ambos labios.

—Perdona, así son siempre— se volvió a acostar y estiró las piernas

—No importa

El aire comenzó a olor a comida: tocino y masa de waffles, entonces una idea pasó por mi cabeza, miré el reloj: 9:05 de la mañana.

—Joe... ¿te gustaría desayunar conmigo?

—Por supuesto que sí, Evans— sonrió

...

Tomé aire y lo expulsé precipitadamente.

—_________, no tienes que hacerlo, podemos pasar al mall y comprar algo, o... o te puedo acompañar— ofreció mirándome con ojos preocupados

—No, no, está bien— abrí la puerta del coche y salí, escuché como el hacía lo mismo y se situaba junto a mí

—Vamos, te esperaré afuera

Habíamos salido de su departamento hacia el mío, para poder recoger ropa limpia y que yo me pudiera asear antes de ir a desayunar. Me había subido a su auto con más confianza que el día anterior, hasta que llegué a la cuenta de que Liam probablemente estaba esperándome allí, pues tenía llave, si es que me había ido a buscar.