Capítulo XLIX

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—No, Emily, no... no puedes hacerme esto

—Claro que puedo... y lo haré— volvió a guardar la pistola en la parte trasera de su pantalón y mi respiración se volvió increíblemente irregular— pero no aún, aun no es tiempo... primero vamos a jugar ¿quieres? Quizá decida perdonarte la vida si eres buena

—Yo...

—No soy ninguna clase de asesina... es decir, ser médico te convierte en asesino, pero yo no soy ninguna que lo haga consciente, así que prefiero no vivir con la conciencia llena de esta mierda, vamos a jugar, sirve que me ahorras tiempo

—Emily, por favor— las lágrimas se estaban escapando de entre mis pestañas

—Primero—continúo sin ponerme atención— necesito que hagas algo por mí y por Joe— las pupilas se le dilataron— ten— me aventó mi teléfono celular, que cayó con un golpe seco junto a mí— habla con Joseph, no me importa que le digas simplemente deshazte de él, no lo quiero en tu vida ¿entendido? Si lo haces, puede que considere darte hasta mañana para completar todas tus tareas

—Emily... por favor no me obligues a hacer esto— murmuré, tomando el teléfono

—¿O si no qué? — se agachó y volvió a tomar la pistola entre los dedos, recargó en cañón contra mi sien y alzó las cejas

—Bien, bien, lo haré— sollocé con un nudo en la garganta realmente aterrada

Tomé el pequeño aparato entre las manos y comencé a desbloquearlo, me di cuenta de que la señal era mala y de que estaba estrellado, roto; con los dedos casi epilépticos localicé su contacto y pulsé el botón de llamada.

Sonó una vez.

Dos veces.

Tres veces.

La cuarta se interrumpió.

—¿Hola? — su voz era increíblemente reconfortante

—Joe— me aclaré la garganta para no echarme a llorar

—Evans ¿Dónde has estado todo el día? ¿estás en casa?

—Yo... no, tuve que ir al aeropuerto, James acaba de llegar

—¿James?

—Lo sé, muy inesperado— solté una risita falsa, mi voz resonaba en la oscuridad, Emily me miró con las cejas alzadas

—¿Quieres que te alcancé?

—¡¡No, no!!

—¿Estás bien?

—Si... escucha, Joe... debemos hablar

—Sí, ya lo creo, ¿cuna blanca o crema?

—¿Disculpa?

—He visto una en internet y me ha gustado, ¿Qué color la prefieres?

—Oh...— la garganta se me amarró y comencé a llorar copiosamente, en silencio

—Rápido, _____________, me desespero— protestó Emily, balanceando el arma

—Escucha, Joe— comencé con voz baja— yo... me he enterado de lo de Emily

—¿Emily? Oh, Evans, no, no, debes escucharme primero

—Sé que la has besado... y eso... eso es imperdonable para mí— murmuré

—Déjame explicarte, por favor

El cuello me estrangulaba, ¿así que era verdad? Me sequé los ojos sin mucho éxito con la manga y me encogí un poco en el suelo de nuevo, Emily volteó los ojos y se alzó, sentándose del otro lado de la habitación, alumbrando con la linterna.

—No, no necesito explicaciones... por favor no vuelvas a buscarme

—No, Evans...— escuché como hablaba e interrumpí su voz colgando el teléfono

...

*Joe*

Mi teléfono comenzó a sonar, miré la pantalla: estupendo, de quien esperaba llamada.

—¿Hola? — dije con voz clara

—Joe— su voz era desganada

—Evans ¿Dónde has estado todo el día? ¿estás en casa? — le pregunté mientras me quitaba la bata y la guardaba en mi mochila

—Yo... no, tuve que ir al aeropuerto, James acaba de llegar

—¿James? — ¿su hermano estaba en la ciudad? ¿qué hacía aquí?

—Lo sé, muy inesperado—

—¿Quieres que te alcancé? — comencé a cerrar mi mochila, mientras caminaba hacia la salida de los dormitorios

—¡¡No, no!! — su voz fue estrangulada, como si algo le doliera, una extraña sensación me recorrió la espalda, comencé a escribir un recado en una hoja y cuando terminé los deslicé por debajo de la puerta de la oficina de Benson: me iba

—¿Estás bien? — mi tono era preocupado a esas alturas

—Si... escucha, Joe... debemos hablar— me pausé un momento mientras abría el auto, me importaba un comino, quería ver a _____________ y James me agradaba mucho, suponía que si no tenía hotel estaría con ella, así que estaba dispuesto a ir a casa

—Sí, ya lo creo, ¿cuna blanca o crema? — dije de pronto, sentí como el corazón me latía fuerte

—¿Disculpa?

—He visto una en internet y me ha gustado, ¿Qué color la prefieres? — me expliqué rápidamente

—Oh...— escucha, Joe—su voz bajó de tono— yo... me he enterado de lo de Emily

—¿Emily? — entonces entendí: Emily había ido con el chisme ya de su imprudencia, sentí molestia en la garganta— oh, Evans, no, no, debes escucharme primero— pedí mientras me sentaba en el asiento del auto

—Sé que la has besado... y eso... eso es imperdonable para mí— su voz era tan baja que casi no lograba oírla

—Déjame explicarte, por favor— ofrecí con la voz igual de opaca, cierta ira comenzaba a brotarme en el pecho

—No, no necesito explicaciones... por favor no vuelvas a buscarme

—No, Evans...— comencé a protestar cuando la línea se cortó del otro lado— ¡¡Carajo!! — golpeé el volante del auto con el puño

Volví a marcar y su celular sonó un par de veces antes de enviarme a buzón; lo intenté de nuevo y la línea me marcó como muerta. Comencé a murmurar injurias contra Emily, deseando intensamente hacerla desaparecer.

...

Cuando llegué a casa, Nick me esperaba con la cena hecha: hot cakes, me miró y frunció el ceño.

—¿Qué no tenías guardia?

—Sí, pero he decidido que quería volver

—¿Qué ha pasado? — se acercó

—Ni yo lo sé... necesito comunicarme con Emily y, Nicholas— lo tomé del hombro— yo no sé cómo, pero vas a hacer que esa mujer se tenga que alejar de mí lo suficiente así tenga que firmar una orden de alejamiento

—Bien... relájate, Joe ¿Qué te ha hecho?— río nervioso

Hice un recuento de mi tarde con el cabello entre los dedos y los codos recargados en la barra de la cocina, cuando llegué a la parte de __________ la voz se me quebró.

—Quizá... quizá deberías considerar no hablar con ella... al menos hoy— agregó con rapidez cuando vio mi cara de incredulidad

—Pero...

—Habla con Anna, que la acompañe hoy, seguro esta triste... así al menos sabrás que está bien y mañana, que la cosa esté más calmada la buscas...

—No lo soporto...

—Debes... deja de ponerte paranoico, habla con Anna

—Le llamaré...

Todas las noches de mi vida [J.Jonas]Where stories live. Discover now