Capitulo 16: Impaciente

Comenzar desde el principio
                                    

—Demonios, eso sí que cambia mucho las cosas.

—Ajá—dije al sostener el estuche entre mis manos—esto es lo que me quedó de ella.

—¿Pasó algo más?

—Después de que palideció y casi se desmaya frente a mí, se fue dejándome ahí frente a la fotografía, no podía dejarla ir, así que fui tras de ella, joder, Mike ni siquiera volteo a verme, realmente me sentí patético en ese momento, lo arruiné y no hay más.

Sin decir ni una sola palabra dio un sorbo a su café.

—Bien, creo que necesito algo más fuerte que el café.

—Necesitamos.

—Tú olvídate, entonces... fuiste detrás de ella, no volteo a verte y ¿que más?

—Me siento como en sesión con Bowell.

—A diferencia que yo no te cobraré y tengo pizza.

—¿Russo's?

Pizza Hut.

—Lo que importa es que es pizza.

—¿Y entonces?

—Le grité antes de que ya no pudiera alcanzarla pues prácticamente huyó de mí, se alejó cual, si yo tuviera alguna enfermedad contagiosa, no volteo a verme eso me hizo sentir realmente mal, me hizo una sola pregunta después de que le dije que le daría una explicación, y que después de eso si quería podía marcharse, con ánimos de que no huyera de mí, no sé qué rayos le diría, pero no quería que se fuera.

—¿Qué te preguntó? —dijo al dar otro sorbo—

—La cito: "¿Porque yo?" —dije ya dándome por vencido—

—Definitivamente necesito algo más fuerte que este café. Menos de 7 horas de que no te veo y pones tu mundo de cabeza.

—No lo puse, me lo pusieron de cabeza.

—¿Le explicaste?

—No, no pude.

—¿Porque?

—No es tiempo, ahora si me tomaría por un loco si no le explico de la manera más razonable.

—Entiendo—comentó analizando todo lo dicho—

—Después de que no pude decirle alguna explicación clara me pidió algo.

—¿Qué cosa?

—Mi nombre—dije—y ese por supuesto que se lo dije. Al menos tenía que darle eso.

—¿Por todo esto llegas hasta esta hora?

—Si. No quería estar aquí y como tenía el auto aproveché para aclarar mi mente, aunque terminé peor.

—No seré psicólogo, no sabré sobre mentes, pero soy tu padre y te diré lo siguiente: Hijo, los hombres somos seres que no comprenden y jamás comprenderemos por completo a las mujeres, probablemente estaba asustada, sorprendida, preocupada y un sin fin de sentimientos más, dale tiempo y espacio para que todo se acomode. Te conozco desde siempre y sé que no te darás por vencido tan pronto, y sobre su pasado... sea quien sea y lo que haya pasado, es pasado.

—Gracias, Mike, lo tomaré en cuenta.

—Puede que no sepa del todo sobre relaciones porque mírame, casi un divorcio—dijo tomándole un poco de gracia a la situación—pero sé que todos necesitamos un respiro y tal vez ese estuche sea una llave que abra una puerta nueva a una oportunidad, quien quita y despeje su mente para ver la fotografía como todo un gesto amable y no algo perturbador.

Ella (Segundo libro de Cartas a quien un día amé ♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora