Capítulo XIX: ¿Cómplice de Ladybug? + ¡Nos vemos en la FIL de Guadalajara!

Start from the beginning
                                    

El rojo de las mejillas de Marinette alcanzó niveles desconocidos de intensidad. Alix volvió a reír y tan sólo se despidió de su compañera con una sacudida de los dedos, saliendo de los servicios y dejando a Marinette en completa soledad.

Tikki aprovechó el momento para salir de su escondite, sonriendo ante la forma en que Marinette se empeñaba en asegurarse de que ningún cabello se había salido de su sitio. La chica hizo todo cuanto le fue posible para borrar su sonrojo, hasta que la persona que le devolvió la mirada al otro lado del espejo dejó de verse como si hubiera estado al borde de un colapso nervioso. Miró también a Tikki a través del espejo, y suspiró para armarse de valor.

—No creo que esto sea una buena idea, Tikki —dijo la chica, aunque por dentro murió al darse cuenta de que aquello significaba renunciar voluntariamente a lo que más deseaba—. No creo que sea el mejor momento para tener una cita. Si lo que Sabrina dice es cierto, si Chloé realmente se fue por saber que Adrien y yo saldríamos, significa que Coeur Brisé también estará rondando. Y no podré proteger a Adrien mientras él crea que sólo está saliendo con Marinette.

—Pero no estarás sola —respondió Tikki—. Chat Noir seguramente estará cerca de nosotros.

— ¿Y si Plume Mortelle aparece?

—Eso no significa que no puedas disfrutar mientras estas con Adrien.

La chica asintió y sonrió al cabo de un segundo, mirando de nuevo hacia su reflejo para dirigir sus palabras hacia sí misma.

—Tienes razón —dijo—. Y aún puedo confesarle a Adrien mis sentimientos. Si ya hemos intentado salir juntos tantas veces, tiene que ser una buena señal.

— ¡Así se habla! —celebró Tikki.

Decidida y con su confianza renovada, Marinette salió de los servicios para dirigirse a la entrada del colegio, donde pudo ver a Nino y Alya ayudando a Adrien a matar el tiempo. Un tanto apenada, la chica de los ojos azules se unió al trío, congelándose al recibir la cálida sonrisa del chico rubio. En su escondite, Tikki rió.

— ¿Estás lista, Marinette? —preguntó Adrien.

—S-sí —respondió la nerviosa chica—. S-sólo tenía que pedirle a Alya que me cubra en la panadería de nuevo. ¿Te importa? Sólo tardaré un segundo. Aunque ya te he hecho esperar suficiente... Tal vez debí hacer esto desde hace horas, y no al último momento. Pensarás que soy una desconsiderada por hacerte esperar tanto... ¿Estoy hablando demasiado?

Se sintió apenada al ver a Adrien contener su risa. Se perdió en aquellos ojos verdes, sobresaltándose al recibir la fuerte palmada en la espalda con la que Alya intentó hacerla reaccionar. Nino y el chico rubio rieron.

—Te cubriré —dijo Alya—. Nino y yo nos haremos cargo de todo.

—Nada de citas románticas en la panadería —espetó Marinette.

Alya supo disimular su sonrojo, esbozando una sonrisa cruel.

—Es lo mismo que te diré la próxima vez que invites a Nathaniel a pasar la tarde contigo.

—Eso fue un golpe bajo —se burló Nino, guardando silencio al instante gracias a la mirada asesina de Alya.

Con todo, Marinette entregó las llaves de la panadería en manos de su mejor amiga, y se despidió de los dos chicos morenos. Esperó a que Adrien hiciera otro tanto, y su cuerpo se tensó al sentir la mano del chico rubio posándose sobre su hombro.

— ¿Nos vamos? —dijo él—. Muero de hambre.

—Seguro —sonrió ella—. ¿Qué tienes en mente?

Miraculous: El Akuma IrreversibleWhere stories live. Discover now