Capítulo XVI: Seamos un Equipo

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     Las visitas al Ladyblog no dejaban de aumentar, lo cual era una excelente noticia para su creadora. A excepción de los constantes comentarios de Chloé Bourgeois, que se jactaba de ser la fan número uno de Ladybug, para Alya no existía mayor satisfacción que saber que estaba haciendo un buen trabajo. Especialmente al saber que ese tributo a su súper heroína favorita también contaba con visitas de la chica enmascarada.

Comenzaba a atardecer cuando Alya se sentó frente a su escritorio y se preparó para continuar escribiendo la más reciente entrada del Ladyblog, dedicada exclusivamente a Chat Noir. Recién comenzaba a entrar en calor, escribiendo sin parar, cuando tuvo que hacer una pausa al percatarse de la segunda figura que se reflejaba en la pantalla del ordenador. Se llevó una gran sorpresa que la llenó de júbilo, pues no todos los días tenía la suerte de ver a su ídolo en la ventana de su habitación

A toda velocidad, Alya abrió la ventana de par en par.

— ¡Ladybug! —Exclamó emocionada la chica de las gafas—. ¡Qué sorpresa! ¿Qué estás haciendo aquí?

—Tu amiga Marinette me dio dónde podía encontrarte —respondió la chica enmascarada—. Espero que no te moleste.

—Por supuesto que no. ¡Entra!

Alya se apartó para que la chica del traje rojo pudiese entrar a través de la ventana.

—Justamente estaba escribiendo algo para el Ladyblog —dijo Alya, ocupando de nuevo su silla y girando en ella para mirar a la chica que permaneció de pie.

—Haces un gran trabajo —concedió Ladybug—. Estoy impresionada.

—No es nada en comparación a lo que tú haces —respondió Alya entre risas—. Pero no puedes engañarme. Sé que no has venido sólo para hablar de mi blog, ni para adularme.

Ladybug sonrió.

Su mejor amiga era capaz de ser perspicaz en todo momento.

—Tienes razón —dijo Ladybug—. Alya, he venido a verte porque necesito que hagas algo por mí. Es de vital importancia.

—Parece serio... Continúa.

Diez minutos tardó Ladybug en explicar toda la historia desde su inicio, haciendo énfasis en cuán duras habían sido las batallas contra Plume Mortelle. Mencionó todo lo que ella, y su compañero, sabían sobre la fascinación que su sádica enemiga tenía hacia Adrien y Marinette, lo cual hizo que Alya frunciera el entrecejo manteniendo en silencio. Ladybug incluyo también la extraña aparición de Coeur Brisé, así como enfatizó el hecho de que aquella siniestra villana tampoco había sido vencida. Alya escuchó con atención, olvidando por un momento quién era quien la acompañaba en ese momento en su habitación. Su fanatismo sabía cómo, dónde y cuándo aparecer.

—Y ahora —concluyó Ladybug—, no solo hemos sido engañados por lo que sea que nos haya hecho creer que vencimos a Plume Mortelle. Si eso fue real, entonces hemos dejado a Manon Chamack en donde sea que la hayan dejado. Sea como sea, algo ha salido mal.

—Entiendo... Aunque aún me intriga el hecho de que esa mujer quiera hacerle daño a Adrien y Marinette.

—Chat Noir y yo haremos todo lo posible para protegerlos. Pero en este momento, lo más importante es encontrar a Manon. Supongo que Chat Noir ya se lo ha dicho a Adrien... M-Marinette ya lo sabe, y está dispuesta a ayudarnos. Pero es a ti a quien más necesitamos, Alya. Tu blog es capaz de llegar a suficientes personas como para pedirle a todo París que nos ayude a encontrar a Manon. Si pudieses transmitir en vivo esta noche para que Chat Noir hablemos ante todas esas personas, estoy segura de que la encontraremos.

Alya asintió, pensativa.

—Parece un buen plan... —concedió la chica de las gafas—. Pero, ¿acaso no sería arriesgado? ¿Cómo puedes asegurar que Plume Mortelle no llevará a Manon a cualquier otro sitio cuando sepa lo que estás tramando?

—Es un riesgo que tendremos que correr. Si Plume Mortelle aparece, nosotros pelearemos contra ella y ustedes buscarán a Manon mientras Plume Mortelle esté distraída.

—Supongo que eso nos convierte a todos en un equipo... —sonrió Alya—. Marinette morirá en cuanto lo sepa.

—S-sí... —dijo Ladybug con una risita nerviosa, que se apagó al instante para ensombrecer su semblante y añadir—: Pero... Hay algo más que debo pedirte ahora, Alya.

—Te escucho.

—Si Chloé Bourgeois ha sido akumatizada de nuevo, y si eso tiene algo que ver con Plume Mortelle, entonces podría haber más personas akumatizadas. Y... N-no quisiera tener que pelear contra ti de nuevo. No quiero hacerte daño.

Alya sonrió decidida.

—No pasará de nuevo —aseguró.

—Le Papillion busca las emociones negativas de las personas a quienes les envía sus akumas.

—Siendo la cómplice de mi súper heroína favorita, no creo que haya lugar para los pensamientos negativos —rió Alya—. No será tan especial como saber quién eres en realidad, pero...

Ladybug rió a su vez.

—No voy a mostrarte mi rostro, pero hay algo más que puedo darte. Algo que está totalmente reservado para mi mejor... fan.

Para mi mejor amiga, pensó.

—Creo que me agrada la idea —sonrió Alya—. ¿De qué se trata?

—Una velada con Chat Noir y Ladybug, en la punta de la Torre Eiffel.

—Suena razonable... Mis súper héroes favoritos y yo en... ¿Dónde...?

El alarido de Alya pronto se transformó en una sonora carcajada rebosante de alegría, cuando Ladybug tomó a la chica por la cintura para llevarla consigo gracias al impulso de la cuerda de su yoyo, saliendo de la habitación y remontando los cielos parisinos, deleitándose con los colores del atardecer. Aferrándose con fuerza al cuerpo de su ídolo, Alya tomo plena consciencia de que estaba a punto de vivir la mejor noche de su vida.

El cuervo espía rió con la voz de Plume Mortelle y se alejó en la dirección contraria.

Alguien más tendría también una noche divertida.

Miraculous: El Akuma IrreversibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora