Capítulo 16

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Guillermo miró a la jovencita parada frente a él. En sus ojos había ansiedad mezclada con miedo; podía percibirlo, tenía miedo de él y eso le generaba aún más remordimientos de los que podía soportar. Lo que más le carcomía la consciencia es que ella sería tonta si no le tuviese temor. Él carraspeó, tratando de aclarar su garganta para poder empezar a hablar, lo que iba a decir no era fácil. Evitó la mirada penetrante de Ofelia y la dirigió hacia la cortina que separaba ese ambiente dentro del teatro.

- Debe saber que hace varios años atrás, el grupo de hombres más poderosos de la región, decidió asociarse para establecer vínculos económicos y de protección mutua. Buscaron un nombre y un símbolo con el cual identificarse; la Orden se llamó Non-Scripta que significa "no escrito" y como símbolo escogieron una flor de Jacinto, por el nombre científico de la planta Hyacinthoides Non-scripta.

Ofelia lo miraba mientras hablaba. Cuando escuchó el nombre de la Orden y la flor escogida, su corazón comenzó a latir con más fuerza, se sentía mareada. Fragmentos de los últimos meses en la ciudad y de situaciones de su infancia comenzaban a encajar en su mente como rompecabezas, aunque aún faltaban piezas importantes.

- Por ser en su mayoría hombres de familias nobles, se pusieron a disposición de la Corona y aún lo hacen. En una primera instancia los móviles de la Orden eran honestos, buscaban la protección de los miembros y retribuciones económicas por tratados de comercio. Hace relativamente poco, surgió la posibilidad de ampliar la rama de negocios a los que se dedica. Los hombres que usted vio ayer, están ahí esperando para ser transportados en barco, de manera clandestina, porque como usted dijo ayer, la esclavitud está prohibida. El barco salió hoy rumbo a América, donde aún compran esclavos para la actividad minera, también mano de obra en plantaciones de caña de azúcar, tabaco, algodón. Luego envían desde América la materia prima, la cual es procesada y los productos son vendidos e intercambiados por esclavos nuevamente.

La cara de la muchacha estaba transfigurada, sus ojos entrecerrados mientras su cerebro intentaba procesar toda la información que acababa de recibir.

- Aún no entiendo qué tiene que ver todo esto conmigo – dijo en un susurro. Todas las conjeturas la llevaban a una respuesta que se negaba a creer.

- Su padre, Samuel Herrero, formaba parte de la Orden.

Ofelia dio un paso atrás cuando escuchó sus palabras. Lo miró de lado, con incredulidad reflejada en el rostro. Su padre era la mejor persona que había conocido en su vida, había sido cariñoso, amable, dispuesto a ayudar siempre que pudiera, sin importar a quién. Y además su familia nunca había sido noble ni adinerada.

- Eso es imposible – dijo enfurecida y moviendo la cabeza de lado a lado, negándose a creer lo que el enmascarado le decía. – Mi padre no puede haber pertenecido a la Orden porque nosotros nunca tuvimos dinero.

- Su padre pertenecía a la Orden por una cuestión de legado familiar. Ofelia, ese no es el punto. Su padre formaba parte de la Orden y como tal, estaba involucrado en los asuntos de la misma, cuando se planteó el tráfico de esclavos él quiso negarse. Su muerte no fue un accidente señorita, por eso es necesario que usted se vaya, no puede quedarse aquí. La casa de la familia Carrasco no es un lugar seguro.

Llevó una mano a la boca, cubriéndola. Su padre había sido asesinado y ahí estaba ese hombre diciéndole que ella también pasaría la misma suerte si no huía.

- No entiendo el porqué – murmuró casi inaudiblemente.

- Su padre manejaba cierta información que la Orden cree que usted podría conocer – Ofelia negó frenéticamente con la cabeza

- No sé nada al respecto. Ni siquiera sabía que la tal Orden existía ni que mi padre estaba involucrado. ¿Antonio Carrasco forma parte de la Orden?

OfeliaWhere stories live. Discover now