Número desconocido.

Tomé la llamada antes de que caiga y lo llevé hasta mis oídos.

-Pequeña.

-¿Qué quieres?

-¿Esa es la manera de recibirme?

-¿Qué quieres? -Volví a preguntar con voz neutra.

-Quiero saber hacia donde te fuiste. -Los chirridos de sus dientes se podían escuchar. Debo admitir que eso me sorprendió, pensé que donde quiera que fuera él lo sabría.

-El sabelotodo por fin no sabe algo. -Me burlé, aunque mi voz seguía igual.

-Solo dime dónde estás.

-Solo dime tu puto nombre y donde te encuentras. -El silencio en la línea se hizo presente, y dejar sin habla a este gilipolla es algo extraño. Solo su respiración agitada se podía escuchar y eso ya me estaba desesperando.

-Levin, ese es mi nombre. -Ciertamente no esperaba su respuesta.

Levin.

Maldita sea no conozco un puto Levin.

-¿Qué hay de tu dirección?

-¿Tan desesperada estas de verme? -Dijo en tono burlesco.

-Tan desesperada estoy de matarte. Solo dame la maldita dirección.

-Sabes que no estas en posición de exigir. Te recuerdo que una de las personas que amas está en un hospital desde hace un mes, y lo que queda de tu familia está sola.

-Con ellos no te metas. -Apreté tanto mis dientes que temí por un momento romperlos.

-Almacén abandonado, calle London a la esquina. -El pitido en mi oído me dió a entender que la llamada había acabado.

Almacén abandonado, calle London a la esquina.

Repetí aquello que dijo hasta entender todo. Se donde está ese lugar, Max y yo una vez encerramos al imbécil de Gustavo la vez que quiso besar a Haype.

Fuí a mi habitación y me vestí de negro, bajé y coloqué armas en mi cuerpo, sujeté el cinturón y dejé allí dos armas, amarré mi cabello en una cola y fuí directo a la puerta. Busqué mi auto en el garaje y subí a el decidida.

....

Dejo el auto en un matorral de ramas para que no sea visible y bajo de el. Camino hacia el frente con pasos decididos. Saco el arma y la preparó en mis manos, me pongo a un lado de la puerta oxidada y luego de contar hasta tres pateo esta hasta dejarla de par en par. Entro con el arma al frente y mirando a todos lados, mas todo esta en silencio. Bajé el arma y suspiro fustrada.

Lo sabía, sabía que era una estupidez, él nunca me diría donde se esconde.

Revisé cada lugar del almacén pero todo está vacío, ya decidida a irme y más enojada de lo que entré, escuché un disparo provinente de un lugar. Me escondí detrás de una columna y otro disparo fué hacia mi dirección, más la columna lo atrapó, saqué la mitad de mi cuerpo y apunté hacia el frente, disparé una dos veces pero fallé, la persona al otro lado comenzó a disparar como si fuera un principiante hasta que conté sus balas, y este ya no tenía más, esa era mi oportunidad. Salí detrás de la columna a pasos silenciosos caminé al frente y allí vi un hombro, apunte hasta el y una bala lo impacto. El sonido y quejido de dolor de la persona no tardó en llegar. Caminé unos pasos más dispuesta a matar a la persona que sea pero este empezó a correr hacia alguna salida, le seguí el paso con el arma en una mano. El almacén era grande y habían salida en muchos lugares, subió una escaleras que no se a donde daba, mas no me detuve y le seguí el paso, me volé de tres escalones hasta llegar arriba, abrió una puerta y en ese momento pude ver su cuerpo, este sólo indica que es de una chica. Abrí la misma puerta que ella abrió y corrí más rápido, lo último que vi fue como se lanzó al otro lugar mientras dejaba su sangre goteada, me lancé igual a esta pero ya era demasiado tarde, se había ido.

Lifes CrossedWhere stories live. Discover now