Capítulo 1.

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—¡Hayle, baja ya! —Solté un largo suspiro y dejé de mirar la casa. Llevaba más de 10 minutos en esta posición ignorando los gritos e insultos de Nancy.

Sin responderle, tomé la única maleta que no dejé que nadie más lleve, ahí están algunas cosas importantes para mi, como cosas de mis padres, álbumes de fotos, retrato juntos, sus anillos, mis guantes de boxeo y demás cosas que pienso conservar.

Arrastré la maleta hasta quedar frente al auto de Nancy, quien me miraba con desaprobación.

—Siempre debes tardarte. —Hablaba mientras hacia gestos con la manos y mueca de asco.

Ignorando su insulto me adentré al auto luego de poner la maleta en el maletero. Haype estaba en el asiento de atrás con esa mirada triste. Me senté a su lado y Nancy puso el auto en movimiento.

—Sólo ignorala, no es cierto nada de lo que dice. —Me dice en un susurro para que Nancy no escuchara.

—Tranquila, lo sé controlar. —Le sonrío y ella me imita, pero más bien sale como una mueca.

—¿Quieren callarse? —Volvió a hablar Nancy. —No entiendo como Mayque pudo soportalas tanto tiempo, Haype tan idiota y Hayle tan egoísta, tanto que mató a sus padres. Si no fueras tan estúpida ellos no hubieran decidido ir a esa playa. —Hablaba con la voz más fría que podía poner, pero ya eso no me importaba. —Deberían de estar en en la tumba en vez de ellos, son tan... —Y no seguí escuchando sus reclamos. Tomé el casco de Haype y se los coloqué mientras le subía el volumen a todo lo que puede llegar, luego me coloqué el mio e hice lo mismo.

Este viaje será largo.

....

Unas cuatros largas horas después, sentí el auto detenerse. Haype hace unas dos horas se había dejado caer en los brazos de morfeo, y agradezco a que haya hecho eso en vez de aburrirse escuchando música o escuchando los insultos de la bruja esta.

Miré a mi alrededor. Nancy bajó del auto sin decir palabra alguna. Me giré hacia Haype quien dormía plácidamente. Sonreí al verla tan tranquila e inofensiva, pero debía despertarla ahora o si no Nancy no tardaría en tomar el control y volver con sus insultos.

—Haype. —Le llamé en un susurro, por lo que ella ni se inmutó. —Haype. —Volví a llamarle esta vez más fuerte.

—Hmm. ¿Qué sucede? —Su voz adormilada y cansada provocó que retorcersiera los labios.

—Llegamos, debemos bajar antes que ya sabes. —Haype estiró sus brazos al aire y luego tomó un suspiro.

—Aquí vamos. —Dijo en un susurro para luego mirarme con tristeza.

—Todo estará bien ¿De acuerdo? —Le tomé la mano y le sonreí. —Ahora, una nueva casa nos espera. —Abrí la puerta y salí dejando que el aire frío me recibiera, inconscientemente me abracé a mi misma.

Vaya que si es frío.

Fuí al maletero y retiré mi maleta de allí. Haype ya estaba esperándome frente a la casa.

Es color azul, de un tamaño normal, no es pequeño tampoco grande, tiene un jardín hermoso, como le gustan a mamá, por fuera es muy linda debo admitirlo.

Fuí donde Haype y juntas entramos a la casa, ya que Nancy no nos espero, típico de ella.

La casa es bonita, a pesar de que aún este vacía.

Como si lo llamara con el pensamiento el sonido de un camión estacionarse frete a casa captó mi atención.

Haype empezó observar la casa, por su rostro sé que le gustó, fue a la cocina, sala de películas, baños, subió las escaleras y empezó a impepcionar todo. Sonreí y empecé a subir las escaleras.

El pasillo para llegar a las habitaciones era algo largo, había una habitación retirada, la que estoy segura que es de Nancy ya que se ve que es la mas grande, más delante había otra, abrí la puerta y de inmediato salió Haype de algún lugar de ella.

—Creo que me quedaré con esta. La de allá es mas grande y tiene más espacio para cuando quieras entrenar. —Dijo cuando me vió.

—¿Te gusta? —Pregunté mirando la habitación.

—Creo que está hecha para mi. —Se encogió de hombros. Y tiene razón, es rosa, un poco espaciosa, acogedora y caliente. Todo como a ella le gusta.

—Bien, iré a desempacar todo. Te veo al rato. —Moví las manos al aire y luego salí dejándola allí.

Entré a la que ahora será mi habitación y no me interesó revisarla, solo tomé  la maleta y desempaque todo las cosas que habían allí.

....

Ya todo parecía ordenado, todas nuestras pertenencias la habían traído, Nancy estaba en la cocina preparando la cena, Haype descansaba y yo llevo un gran tiempo mirando por la ventana. Al menos algo bueno, mi habitación es blanca, un poco mas grande que la de Haype, la cama es espaciosa, tiene un baño bastante hermoso y lo mejor de todo por la ventana tengo vista al cielo.

Me había dado una ducha hace unos minutos, tenia pensado salir y despejar un poco la mente, así aprovecho y conozco más el lugar. Hace frío por lo que decidí usar unos Jeans negros, blusa gris, chaqueta de cuero negra y unos botines que me dan por los tobillos, sujeté mi cabello en una cola y salí de mi habitación.

Por el pasillo el olor a comida invadió mis fosas nasales, por lo que confirmó que Nancy está en la cocina. Me encamine hasta llegar a la habitación de Haype, toqué la puerta hasta escuchar un "pase". Asomé mi cabeza hasta poder ver dentro. Haype estaba acostada boca arriba mirando el techo con los dedos enlazados al pecho, se veía pensativa por lo que fuí directo al punto para dejarla descansar.

—Iré a tomar un poco de aire. —Ella solo asintió con la cabeza, algo que se me hizo bastante extraño, siempre que saldre empieza con su: Cuídate mucho, no te metas en problemas, no seas tan ruda, no apagues el celular, y esas cosas que ya me sé de memoria. Entré a la habitación y me senté a su lado. —¿Pasa algo? —Ella tomó aire y volvió asentir. —¿Quieres hablar?

—¿Creés que aquí las cosas cambien? Ya sabes, la tía...

—Nancy. —La corté a media palabra, ella no es conciderada ser llamada tía.

—Si, bueno ella. ¿Creés que dejará de ser tan grosera? ahora con más razón nos echará en cara que ella es quién nos mantiene y paga la universidad y los gastos de ambas...

—Eso no importa, no importa si sigue siendo grosera, solo ignorala. Y en cuanto los gastos, empezaré a buscar un empleo.

—No quiero que te sacrifiques, sabes que a papá nunca le gustó.

—Quiero hacerlo Haype. Estoy segura de que si papá estuviera aquí me apoyaría. Voy a cuidar de ti y no dejaré que nada te pase, cualquier cosa yo estaré ahí, eres lo único que me queda Haype, y no dejaré que Nancy nos humille. —Le di una sonrisa tranquilizadora pero al instante deje de hacerlo. —Es lo menos que puedo hacer.

—No es tu culpa, nunca la fué. 

—Te recuerdo que la gran idea de ir a la playa fue mía, y si no fuera así, ese hombre borracho no se nos estalla, ni mis padres mueren, y tú no estarías sufriendo por mi culpa. —Fuí susurrando a sabiendas de que si elevaba la voz podría no contener las lágrimas.

—Nunca entenderás que me haces más daño cuando hablas así. No sufro por tu culpa Hayle, y por una última jodida vez ¡Tu no mataste a nuestros padres! —Elevó más la voz, algo que me sobresalto, Haype nunca me sube el tono de voz. Me levanté de la cama y la miré.

—Simplemente no quieres aceptar la realidad. —Dije con dureza.

—Simplemente estas actuando como una estúpida que no se da cuanta que se está cegando. —Escupió con rabia y dolor a la vez.

—Saldré un rato. —Dije y salí por la puerta estallandola tras de mi.

Sin decir nada más bajé las escaleras ignorando los regaños de Nancy y salí de casa dando otro portazo.

Rabia y dolor es lo único que corre por mis venas en estos momentos.






Yaribel. ❄️🦅

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