Capítulo 5.

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La clase de Geometría la pasé moviendo un bolígrafo en la mesa. No tenía deseo de prestar atención y las miradas ahora eran más. Tenía pensado levantarme de mi lugar y encararlos a todos, pero no quiero más problemas. Suficiente tengo con lo que paso en el comedor y todo lo que me espera con Haype.

Mi compañera de asiento tampoco está prestando atención, está en su mundo, sus manos sudan y no deja de mover los dedos. Cabe decir, que es por mi culpa, la pobre desde que tomé asiento dejó de respirar con normalidad, a veces siento su mirada pero de inmediato la aparta. Rendida a su actitud y su miedo me giré hacia ella.

-No te haré nada, no tienes por qué tener miedo. -Dije sin expresión alguna. La chica agrandó los ojos y su rostro fue perdiendo color.

-Yo... Yo... -Las palabras no le salían. Solo rodé los ojos y en ese instante el timbre de fin de clases sonó.

Tomé todas mis cosas y salí de allí hecha una furia. Aunque cuando este con Haype ella será la enojada mientras me da su sermón.

Por los pasillos eran lo mismo. Miradas, miradas y más miradas.

Solo debo salir de aquí y encontrarme con Haype en la salida.

Haype POV:

No puedo creer que en el primer día de clases ya haya golpeado a alguien. ¿En qué estaba pensando? ¿Acaso no piensa las cosas antes de hacerlas? siempre es lo mismo. Hayle sin humor y golpeando a todos los que se meten en su camino. Solo que ahora siento su actitud más fría. No quiere hablar con nadie ni hacer amigos. Me preocupa, no quiero que siga pensado que la muerte de nuestros padres fue su culpa, no quiero que cambie por lo sucedido, no quiero que siempre esté en problemas.

Quizás la chica a la que golpeó fue por su culpa, tampoco es que Hayle anda regalando golpes por nada. Pero temo a lo que le pueda pasar, todos dicen que no se pueden meter con ella, aunque también dicen que tampoco nadie se mete con Hayle, y eso me cuenta a mi porque si alguien se mete conmigo Hayle toma la demanda.

Pero ese chico Nathan, todos le temen.

Veía estudiantes salir pero nada de Hayle. Los chicos ya se habían ido, solo quedaba yo en el estacionamiento esperando a Hayle.

-A ti te estaba buscando. -Escuché una voz masculina a mis espalda, me di la vuelta y ahí estaba el mismo chico con el que Hayle había discutido.

-¿A mi? -Pregunté desconcertada.

-Me has hecho quedar mal frente a todos y esto no se quedará así. -Dijo serio. Ah, claro.

-Escucha... -Y antes de que pudiera decir una palabra me tomó del brazo y acercó su rostro más al mio. Me asusté por su mirada tan penetrante y sus ojos oscuros son muy tenebrosos. -Suéltame. -Dije con voz temblorosa. El frunció el ceño y apretó más su agarre.

-¿Qué pasa? ¿Dónde dejaste a la chica ruda? ¿No me digas que ya me temes? -Dijo con burla.

-Créeme, no te temo, y si no sueltas a mi hermana te partiré la cara hasta dejarla hecha mierda. -Escuché esa voz reconocible. Nathan se giró y su rostro se llenó de sorpresa y confusión. Su mano me dejó y ahí pude respirar con tranquilidad. Este chico si que intimida. -Buena elección. -Dijo Hayle caminando hasta mi. -¿Estás bien? -Preguntó preocupada. Asenti con la cabeza. -¿Te hizo daño? -Volvió a preguntar. Apretó su mandíbula y esto no es una buena reacción, meterse conmigo es como cavar su propia tumba. Hayle no permite eso y no quisiera ver su reacción si le dijo que me hizo daño.

-No, estoy bien. -Hablé por fin. Hayle soltó un suspiro y se giró hacia Nathan quien aún nos miraba confundido.

-Si te vuelves a acercar a ella no saldrás ileso. -Dijo con furia.

Nathan POV:

Me quedé petrificado mirándola a ambas. Mierda son tan idénticas. Ya sabía yo que su actitud de temor no era de ella.

Está hecha una furia, está claro que nadie puede meterse con su hermana.

-¿Son gemelas? -Pregunté estúpidamente.

-No... -Respondió la ruda, irónicamente. -Mejores amigas, es solo que mi madre le regaló un espermatozoides a la suya y por eso salimos idénticas. -Su hermana sonrió y yo solo rodé los ojos.

¿Qué esperabas Nathan? Es obvio que son gemelas.

-¿Qué es lo que quieres? -Preguntó de mal humor. -¿Qué me disculpe con tu novia? -Sonrió sin gracia. -Eso nunca.

Es en serio, esta chica no deja de sorprenderme. Nadie en este lugar tiene la valentía para encararme. Pero ella... es diferente, no le importa lo que dicen ni las amenazas que hago.

Y la verdad no, no estoy aquí para que se disculpe con Fiona, ya me estoy cansando de complacerla en todo sólo porque sea una niña mimada que no sabe defenderse sola. Estoy aquí porque... Ni siquiera sé por qué estoy aquí.

-No, quiero que te disculpe conmigo por llamarme imbécil. -Volvió a sonreír sin humor. Típico de ella.

-Escucha, imbécil. -Gruñi al escucharla llamarme así otra vez. Odio esa palabra. -No me disculparé ni con tu noviesita ni contigo, Natanael. Pueden ir a matar moscas. -Si no estuviera tan enojado reiría por su expresión. -Y pon mucha atención a esto. -Dió un paso más al frente quedando muy cerca de mi. Su respiración chocó con la mía podía analizar su rostro con más claridad, incluyendo un lunar en su nariz. Estábamos muy cerca a decir verdad y por alguna razón estoy disfrutando de este momento. Ella lo notó y se separó caminado atrás. -Si te le vuelves a acercar a Haype te mato. -Términó de decir para luego girar su rostro a un auto que se acabó de estacionar.

Sin decir otra palabra alguna, tomó a su otra ella de la mano y entraron al carro dejándome parado lleno de sorpresa.

Así que su debilidad es su hermana.








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